La Dra. Natalia Prego, co-fundadora de “Médicos por la Verdad”, comparte sus experiencias personales y profesionales sobre como aceptar el reto de sanar, siendo paciente y como aceptar el reto de ayudar a sanar siendo terapeuta.

Escrito por la Dra. Natalia Prego Cancelo

“Aceptando el reto de sanar” en el 18º Congreso de Ciencia y Espíritu, ponencia de la Dra. Natalia Prego Cancelo

Conferencia sobre la terapia y la vacunación, entre otros. La importancia de la intuición y la observación en el diagnóstico clínico, así como la discusión sobre la seguridad de las vacunas.

La primera parte de la conferencia y del libro tratan sobre mi viaje en la medicina comenzó con una profunda curiosidad por entender lo que realmente significaba tener un ‘ojo clínico’. Desde joven, me preguntaba cómo los médicos podían percibir más allá de los síntomas físicos, cómo podían captar la esencia misma de la enfermedad en un paciente. Esta inquietud me llevó a una búsqueda incansable de conocimiento, tanto dentro como fuera de las aulas de la facultad de medicina.

Fue durante este viaje de autoexploración cuando me enfrenté a mi propio desafío de salud. De repente, me vi inmersa en el mundo de la enfermedad, sintiendo en carne propia las complejidades y los matices que solo se pueden comprender desde dentro. Fue un momento desafiante, pero también revelador.

En medio de la lucha por recuperar mi salud, me di cuenta de que mi experiencia estaba profundamente entrelazada con mi búsqueda de comprender el ‘ojo clínico’. A medida que me sumergía más en el proceso de curación, descubrí la importancia de la intuición, la observación y la conexión emocional tanto para los pacientes como para los médicos.

Mi propia enfermedad se convirtió en un catalizador para una comprensión más profunda de la medicina. Me enseñó a ver más allá de los síntomas físicos y a abordar la salud desde una perspectiva más holística. Esta experiencia transformadora influyó en mi práctica médica, permitiéndome ofrecer un enfoque más compasivo y completo a mis pacientes.

Así, mi viaje desde los primeros días de estudio hasta el enfrentamiento con mi propia enfermedad ha sido una lección de humildad, empatía y perseverancia. Ha sido un recordatorio constante de que la verdadera comprensión de la medicina va más allá de la ciencia y requiere un profundo compromiso con el bienestar físico, emocional y espiritual de cada individuo.

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