La extrema violencia de los MENAs hace que el Centro de Karrantza demande educadores fuertes y con conocimientos de autodefensa
Durante las últimas semanas los trabajadores del centro de acogida de menores extranjeros no acompañados (MENAs) de Karrantza están viviendo con preocupación un aumento considerable del número de conflictos y de la gravedad de estos, que ha derivado en varias bajas médicas y en una mayor inseguridad que sufren los trabajadores del centro.
Fue en este mismo centro donde en diciembre del año pasado se registró un “motín” protagonizado por varios MENAs. Los educadores y vigilantes de la empresa que lo gestiona se han visto en la necesidad de solicitar que se establezcan mayores medidas de seguridad para desarrollar su labor sin riesgos, aunque eso resulta difícil teniendo en cuenta el nivel de agresividad que presentan muchos de los MENAs.
En en centro de Karrantza es donde recaen muchos de los MENAs más conflictivos, bastantes de ellos con una fuerte adicción a todo tipo de drogas, especialmente “el pegamento”. La situación es tan grave que a la hora de contratar personal ya no se buscan educadores, sino que lo que se requiere es personal con fortaleza física y conocimientos de autodefensa.
La Diputación Foral de Bizkaia es la encargada del centro y de la tutela de MENAs, por lo que se podría decir que la responsabilidad de lo que puedan hacer estos recae única y exclusivamente en la administración gestionada por su Diputado General, Unai Rementeria.
Sin embargo, ni el Diputado General de Bizkaia ni el ente que gestiona se hacen cargo de los delitos que cometen los MENAs por todo el territorio bizkaitarra. Únicamente se encargan de darles cobertura a través de estos centros y los financia completamente, así como a diferentes ONGs que trabajan con ellos. Lo que puedan delinquir, no va con ellos.