La siguiente noticia, triste donde las haya, refleja a la perfección el patetismo de una sociedad que permite al poder ejecutivo, legislativo y judicial hacer con ellos lo que les plazca, por mucho que atenten contra los derechos y libertades fundamentales que tenemos (o se suponía que teníamos) los ciudadanos.

Resulta que los juzgados de Alicante han obligado por primera vez en la Comunitat Valenciana a vacunar frente a la Covid-19 a dos ancianos incapacitados pese a la firme oposición de familiares y a la resistencia de sus cuidadores, según han informado numerosos medios citando como fuente a la agencia Europa Press.

Una de los procesos se inició tras solicitarlo la Fiscalía mientras que el segundo surgió de la propia residencia en la que estaba el anciano. Los dos mayores se encuentran incapacitados y los familiares se oponían a que se les vacunara frente al virus chino. Sin embargo, los dos juzgados que se han encargado de los procedimientos han ordenado que se inyecte la polémica vacuna en contra de la voluntad de sus familias de una manera totalitaria e incomprensible.

Estas resoluciones siguen las mismas pautas que la dictada por un juzgado de Santiago de Compostela, la primera de España sobre este asunto, y en la que ya se ordenó inmunizar a una mujer, tras el informe forense favorable, a pesar de la oposición de su hija.

Por su parte, en la provincia de Castellón también hay abiertas tres diligencias preprocesales en relación con esta negativa de vacunación a ancianos y se está pendiente de la resolución. En la provincia de Valencia no se ha iniciado por ahora ningún procedimiento puesto que desde Fiscalía están a la espera de recibir diferente documentación de residentes y familiares para valorar los hechos y la manera de proceder, según ha indicado a Europa Press la coordinadora de la sección Civil de Valencia, Ana Lanuza.