El hambre provocado por las restricciones traerá en las próximas semanas una nueva «primavera árabe»
El hambre impulsado por las incomprensibles restricciones se está extendiendo por todo el mundo, y el llamado índice de seguridad alimentaria mundial está bajo mínimos. Según la agencia económica Bloomberg «los precios internacionales de los alimentos están cerca de los picos de 2011», y fue esta vez hace diez años cuando la inseguridad alimentaria provocó «oleadas de protestas, especialmente en el Medio Oriente».
Su informe muestra a los llamados «mercados emergentes» como Yemen, Sudán y Líbano como los que corren mayor riesgo de revueltas debido a que los alimentos se vuelven más caros y aumenta la escasez. Este mes ya se han desatado disturbios en Haití, Cuba y Sudáfrica. Estos tres países ya estaban al borde de la confusión debido a que la inseguridad alimentaria se agravó después de eso a lo que los mainstream llaman pandemia.
Por ejemplo, en Sudáfrica, aproximadamente el 20% de la población sufre una grave inseguridad alimentaria. El presidente Cyril Ramaphosa advirtió el lunes sobre la creciente escasez de alimentos y medicamentos. Pero esta carestía no solo afecta a países del tercer mundo, sino también al sur de Europa. Las nuevas estimaciones del Eurostat han revelado el efecto potencial que tuvieron los confinamientos en los países con mayor riesgo económico de la Unión Europea.
Las pérdidas en los ingresos laborales se debieron en gran parte al aumento sin precedentes del número de trabajadores ausentes del trabajo o con jornada reducida. Sin embargo, las transferencias e impuestos gubernamentales habituales, así como las políticas temporales, mitigaron los efectos, pero a pesar de todo la pobreza aumentó. De hecho, España está en el grupo de países con mayor riesgo de pobreza de toda la Unión Europea.