La Comisión Europea sigue dando tumbos. Quiere hacer algo pero no sabe qué. Ahora ha renunciado al plan de poner un límite a los precios del gas, sea ruso o no, como parte de las medidas para hacer frente a la crisis energética, tal y como informan nuestros compañeros de mpr21.
La semana pasada la Comisión Europea dijo que propondría un objetivo obligatorio de la Unión Europea para reducir el consumo de electricidad en las horas punta, un tope a los ingresos de los generadores de electricidad y las empresas de combustibles fósiles, y un tope a los precios del gas ruso como medidas inmediatas para rescatar los mercados europeos de la crisis.
“Propondremos un tope al gas ruso. El objetivo aquí es muy claro”, dijo el miércoles pasado la Presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
Sin embargo, los Estados miembros de la Unión Europea siguen divididos en cuanto a la limitación de los precios del gas ruso. Al menos diez de los 27 gobiernos se opondrían a esta medida. Alemania, la mayor economía de Europa y el miembro de la Unión Europea más afectado por el gasoducto Nord Stream, ahora clausurado, no está a favor del proyecto.
Otro grupo de países de la Unión Europea, entre los que se encuentran Francia y Polonia, ha presionado para que se limite el precio del gas importado. Sin embargo, la Comisión Europea desconfía de esta idea, ya que un tope de este tipo perjudicaría la capacidad de Europa para atraer grandes volúmenes de gas licuado si los precios son más altos en otros lugares.
Por lo tanto, es poco probable que se incluya un límite al precio del gas en la propuesta de la Comisión, aunque el borrador del proyecto todavía está sujeto a cambios.
Sin embargo, el ejecutivo europeo presiona para que se establezca un límite a los ingresos de los productores de energía nuclear y renovable y una tasa sobre los beneficios adicionales de las empresas de combustibles fósiles, incluido el sector del refinado.