Idea brillante que deja latente la hipocresía de los periodistas y tertulianos que se dedican a meter miedo y dar lecciones a los ciudadanos a través de la televisión. Y es que mientras en TV tienen barra libre, los ciudadanos y comerciantes de muchos países siguen sufriendo las incomprensibles restricciones que no solo limitan su libertad, sino que les sumen en la mayor de las pobrezas que se nos avecina.

Resulta que una peluquería en Ontario ha encontrado una forma legal de permanecer con el local a pie de calle abierto y operar legalmente reconvirtiéndose en un estudio de cine y televisión. Bajo las restrictivas leyes de confinamiento provinciales de Ontario que entraron en vigor el 26 de diciembre, las cuales concluyen en numerosos cierres de comercio esencial mientras que a las empresas de producción de cine y televisión se les permite continuar como siempre.

Alicia Hirter, dueña de una peluquería, decidió ofrecer castings para un papel en una próxima producción. Hirter instaló cámaras, luces y micrófonos en su local y dijo que las personas que vienen a cortarse el pelo están haciendo casting para un papel en un futuro programa de televisión o podcast.

A pesar de esta ‘treta’, Hirter afirma que funcionarios de la ciudad le han dicho que pronto podría ser multada. Sin embargo, no se ‘achanta’ y afirmó a News Toronto que cuando los invitados lleguen a su cita, tan solo deben firmar un formulario de autorización de talentos y se les cortará el pelo como se venía haciendo hasta ahora.

Hirter lleva su negocio desde hace 18 años y asegura que no puede sobrevivir a otro cierre prolongado. También está furiosa porque los grandes minoristas pueden permanecer abiertos mientras su negocio tiene que permanecer cerrado.

Redacción de euskalnews.com