Agentes de la Ertzaintza detenían, en la tarde de ayer en la capital bizkaitarra a un varón de 31 años de edad (el Servicio de Prensa de la Ertzaintza oculta más datos sobre el detenido) acusado de un delito de robo con violencia. Presuntamente, el sospechoso agredía al vigilante de un comercio de la calle Doctor Espinosa Oribe, cuando intentaba evitar que se llevase sin pagar una botella de vodka.

Sin embargo, a diferencia de lo que ocurrió hace un par de semanas con la detención de un pobre señor de 57 años a escasos metros de este lugar, los agentes no emplearon fuerza alguna con este delincuente que había agredido al vigilante. ¿Qué es lo que ocurre? Esto, para otro artículo de opinión que publicaremos. Ahora vamos con la noticia de este desagradable suceso ocurrido ayer en Bilbao.

Sobre las seis menos cuarto de la tarde de ayer, la Ertzaintza recibía la información de que un individuo, que quería llevarse género sin pagar en un comercio de la calle Doctor Espinosa Oribe, había agredido a un vigilante jurado que había intentado evitarlo.

Personada una patrulla en el lugar, los agentes eran recibidos por el vigilante en cuestión, quien les informaba de que habían detectado que el individuo allí retenido intentaba llevarse una botella de vodka sin pagar. Tras interceptarlo una vez que pasaba la zona de las cajas, le había pedido que devolviese la botella y esperase a la llegada de una patrulla policial.

Sin embargo, en ese momento, el sospechoso se había abalanzado sobre el vigilante, le había empujado y había forcejeado con él con intención de huir apresuradamente del lugar. A pesar de los golpes recibidos, el vigilante había conseguido impedirlo.

Ante estos hechos, los ertzainas identificaban al individuo como un varón de 31 años de edad y procedían a su detención bajo la acusación de un delito de robo con violencia, trasladándolo a dependencias policiales.