Ha ocurrido otra vez. La Ertzaintza ha vuelto a hacer el ridículo al detener con violencia nuevamente a ciudadanos pacíficos de manera absolutamente injustificada. Tal y como ocurrió hace un par de meses tanto en Vitoria-Gasteiz como en la Gran Vía de Bilbao, o hace unas pocas semanas en Donostia, agentes de la Ertzaintza y de las Policías Locales se están acostumbrando al totalitarismo a la hora de hacer efectivas las incomprensibles e ilegales restricciones impuestas por el Gobierno Vasco.

Resulta que según adelanta el digital GasteizBerri (contamos con un vídeo que adjuntamos en la noticia), efectivos de la Ertzaintza detuvieron a una mujer que se encontraba en una concentración contra las restricciones totalitarias y la imposición de las vacunas experimentales. Los hechos ocurrieron este viernes en torno a las 19:15 en la plaza de la Virgen Blanca y el grupo de personas apenas estaba compuesto por poco más de diez personas, por lo que por ley no es suficiente para requerir la presencia de la Ertzaintza (normalmente, las concentraciones de menos de 20 asistentes son controladas por las Policías Locales).

De primeras, llegó una patrulla y exigió de malas maneras identificarse a una mujer que acababa de dejar de hablar por el micrófono. Ella, por miedo, se alejó unos metros (muy pocos) y en ese momento un agente procedió su detención de manera injustificada, ya que alegaba que “no llevaba mascarilla”. Primer error y el más grave, al margen de la violencia empleada contra una pobre mujer indefensa: es ilegal detener a una persona por ese hecho. Pueden detenerle por no identificarse, pero no por no llevar mascarilla o por desobedecer una orden suya cuando pide que se la ponga (un agente NO es nadie para exigir a una persona que se ponga un trapo en el rostro porque así lo ha decidido el politicucho de turno).

En este momento, fueron rodeados por varias decenas de personas que observaban atónitos la situación. Y es que, te creas la versión oficial del virus chino o no, el hecho es que es evidente que la Ertzaintza no solo cometió una ilegalidad, sino que para hacerla efectiva emplearon una violencia excesiva contra una mujer. Al grito de «libertad», intentaron evitar la detención, sin éxito.

Sin embargo, al poco tiempo, llegaron varios refuerzos policiales que hicieron posible la detención ilegal de la mujer. Tal y como se puede ver en las fotos, fue reducida por varios agentes con una violencia claramente desproporcionada. Tras el apresamiento, la concentración siguió adelante con más participantes. Es lo poco bueno que se puede sacar de estas acciones totalitarias en las que muchos agentes demuestran que por mucho que hayan aprobado la oposición, no están capacitados para llevar un arma. A nosotros, vascos de pura cepa, nos da vergüenza llamar ertzainas a esos agentes que no dan la talla. Sabemos que los hay que la dan (porque conocemos a varios) y contra esos no tenemos nada en contra, pero la realidad es que últimamente se están haciendo más visibles los que no deberían estar ni en la puerta de una discoteca de Ibiza.

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Redacción de euskalnews.com