“La función del funcionario” – José Miguel Ruiz Valls
- La opinión de José Miguel Ruiz Valls, colaborador habitual de euskalnews.com
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LA FUNCIÓN DEL FUNCIONARIO
Si buscas la razón, debes ir al fondo. Si das más importancia a la forma, te quedas en la superficie, en lo aparente, en lo que parece y no es, en la ilusión que impide ver la realidad ¿Y qué es un ser privado de razón sino un loco?
Los funcionarios suelen ser individuos muy preocupados por las formas y, por tanto, muy superficiales. Se pasan la vida haciendo cosas ilógicas y obligándonos a hacer cosas ilógicas: -Le falta una copia, vuelva mañana-… ¡Oiga, mire, vengo de un pueblo que está a cien kilómetros ¿No me la podría hacer usted?-… -Esa no es mi función, caballero-… Ahora nos dicen que, en cosa de una semana, nos librarán de la máscara ¿Por qué en una semana? ¿Tal decisión está basada en datos actuales? Si la “Incidencia” lo permite ¿Por qué no quitársela ya? Y si no lo permite ¿Qué les lleva a pensar que lo permitirá la semana que viene? ¿Acaso, a falta de expertos, lo han consultado con Rappel?
Aplazar el desenmascaramiento una semana significa mantener a todo un país enmascarado, una semana más, con todo el sufrimiento que ello conlleva ¿Es que son mala gente? No, es que son funcionarios y piensan como los funcionarios. Están acostumbrados a aprobar normas que entran en vigor al cabo de cierto plazo. Han actuado como actúan normalmente, sin pararse a pensar siquiera que han prolongado, absurda, innecesariamente, nuestra asfixia.
Pero no son mala gente, son gente pusilánime, eso sí, nada emprendedora, cuya máxima ilusión es seguir siendo funcionarios hasta la jubilación, y eso es lo que les convierte en los mejores guardianes de este sistema irracional que tenemos. Si denuncias que no te dejan respirar, no te extrañe que resuelven al cabo de un año o más (Pues es lo normal). No se preguntan ¿Cuánto tarda uno en asfixiarse? Solo les interesa guardar las formas y eso les impide llegar al fondo… -¡Súbase la mascarilla!-… -Pero, ¿para qué sirve?-… -¡Que se la suba, coño!-… -¡Un momento! ¿Qué es eso de faltar a tus jefes, a esos que pagan tu sueldo con sus impuestos?-
¿No es curioso que, siendo gente tan formal, pierdan, tan a menudo, las formas? Te llaman caballero aunque no tengas caballo. Te expulsan de clase y se enfadan si no vuelves. Te meten cosas raras en el cuerpo, sin tu consentimiento… Pero no son malos, tan solo aplican el protocolo, a rajatabla. ¿Cómo van pues a indultar a un condenado que no reconoce haber delinquido si el protocolo establece que pedir perdón es un requisito imprescindible para ser perdonado?… Tomémoslo con calma. Una semana pasa pronto. Mirándolo por el lado bueno, tenemos suerte de que el calentamiento no acabe de arrancar. Con 40 grados sería mucho peor.
Y perdonemos a nuestros funcionarios. No son mala gente. Ni siquiera se paran a pensar que, con sus absurdos formalismos, están asfixiando a sus propios hijos, a sus propios padres, a sus propios hermanos, primos, amigos… ¿Lo harían si no estuvieran privados de razón? ¡Si ni siquiera se dan cuenta de que se están asfixiando ellos mismos!… Tan solo aplican, a rajatabla, los protocolos que confeccionan ciertos videntes. Dentro de unos años, igual que nosotros, no tendrán nada y serán felices, porque gracias a sus buenas funciones, lo tendrán todo unos tipos que, por supuesto, acapararán también toda la infelicidad.
Es que no doy a basto!!! Tienen lo que se merecen,ya está bien de jorobar con sus tonterías al prójimo y saber que vas a cobrar todos los meses.