Cientos de miles de franceses se han manifestado este miércoles 14 de julio, Fiesta Nacional en Francia, en numerosas ciudades del país galo, contra la exigencia de presentar un certificado sanitario para poder entrar en bares, restaurantes o en eventos culturales a partir del próximo miércoles, así como contra otro tipo de incomprensibles restricciones COVID impuestas por el ejecutivo francés.

Este documento totalitario y completamente ilegal mostrará que su portador ha completado la pauta de vacunación contra el coronavirus (aunque luego no existe inmunización y se puede tanto contraer como contagiar la supuesta enfermedad), que ha superado la enfermedad hace menos de seis meses o que dispone de un test de detección del virus negativo.

Asimismo, la medida contempla también que todos los sanitarios tengan la obligación de vacunarse para poder seguir ejerciendo su profesión, algo que bastante discutible ya que probablemente la justicia lo acabe echando para atrás.

Las protestas se han extendido por más de 20 ciudades francesas (según las últimas informaciones que tenemos, en algunas también hay protestas en el día de hoy) al grito de “libertad, libertad”. Denuncian que es una ley discriminatoria que pisotea las libertades de las personas que no crean en estos medicamentos experimentales a los que el establishment define erróneamente como vacunas. Las manifestaciones han derivado en disturbios y decenas de personas han terminado enfrentándose a la policía, que ha tenido que intervenir usando gases lacrimógenos.

Mientras en Francia luchas, aquí, en Euskadi, estamos parados. Damos lástima como sociedad. Evidentemente, se salvan los valientes que están llevando a cabo la iniciativa Plazaz Plaza y los valientes que trabajan en iniciativas similares. Ellos, junto con vosotros, nuestros queridos lectores, se salvan.

Redacción de euskalnews.com