• La opinión de José Miguel Ruiz Valls, colaborador habitual de euskalnews.com
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UN TEST DE INTELIGENCIA

Todos sabemos que juzgar la grandeza de una persona por la cantidad de dinero que posee es una equivocación (Aunque solo sea por el hecho de que el dinero se puede obtener de muchas maneras, y no todas dignas). No obstante, vivimos inmersos en una sociedad que valora el dinero por encima de todo. ¿Y qué puede ser Dios sino aquello que valoras por encima de todo? En nuestra “civilización” se mata y se muere, bien por dinero, bien por falta de dinero. Es el dinero el que da y quita la vida. ¿Y qué o quién puede ser Dios sino el dador de vida? ¿Cuántas veces hemos escuchado que “es el dinero lo que mueve el mundo”?

Haber endiosado al dinero produce la ilusión de creer que los que más dinero tienen son los “grandes de esta sociedad”. Es por eso que muchos que se consideran “pequeños” quieren imitar a los “grandes”, y no pudiendo comprar vestidos de alta costura, compran agua de colonia de la misma marca. ¡Si supieran que los vestidos no son más que un reclamo para vender colonias!

Haber endiosado al dinero produce la ilusión de creer que los que dominan la sociedad, es decir, los que tienen más dinero, son seres superiores al resto, más inteligentes que el común de los mortales. Es lo que creen, tanto los imitadores de los que hemos hablado, como muchos detractores, pues también hay individuos que se dan cuenta de que la sociedad del dinero genera miseria, corrupción, sufrimiento para muchas personas, y miedo, mucho miedo. Pero el caso es que, aún siendo conscientes de eso piensan -Nada se puede hacer contra eso pues los amos del mundo son muy listos- ¿Por qué piensan eso? Porque ellos también han endiosado al dinero, porque ellos también valoran el dinero por encima de todo. ¿Quién puede hacer lo que cree que no se puede hacer, lo que cree imposible? Pero ¿Qué es la inteligencia sino aquello que permite poder? ¿Y para qué querría yo poder sino para vivir agradablemente?

Haber juzgado la grandeza de un ser humano por su riqueza ha llevado a muchos a una gran equivocación pues los que dirigen el mundo no son los más inteligentes, ni mucho menos. Hace tiempo, un hombre de gran inteligencia, inició una revolución en la que pretendió endiosar al amor. -Dios es Amor- decía. Simplemente, se dio cuenta de que el amor es un sentimiento agradable y de que, la ausencia de amor (El miedo) no lo es. -¿Por qué sentir algo desagradable pudiendo sentir algo agradable?- pensó. -¿Quién puede impedir que yo sienta amor sino yo mismo? ¿Por qué razón me lo impediría?- Ese hombre comprendió el enorme poder que da el amor y eso es lo que quiso esparcir por el mundo -Ama incluso a tu enemigo y nadie podrá quitarte tu sentimiento agradable-

Pero eso los ricos no lo pueden comprender. Se lo impide el miedo que tienen a perder su dinero. Así esparcen miedo porque miedo es lo que tienen, porque miedo es lo que sienten. ¿Quién podría esparcir lo que no tiene? ¿Y sienten un sentimiento desagradable pudiendo sentir un sentimiento agradable? ¿Qué es la vida sino eso que vas sintiendo? Es por eso que no los tengo por personas inteligentes ni poderosas. Ellos no pueden cambiar su sentimiento desagradable por un sentimiento agradable. No pueden moverse por amor. No tienen el poder de hacer que el amor mueva el mundo.