“Con estelas químicas desde el cielo nos contaminan junto a la Madre Tierra” – Enrike López
- Escrito por Enrike López
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CON ESTELAS QUIMICAS DESDE EL CIELO NOS CONTAMINAN JUNTO A LA MADRE TIERRA
Desde 1937 nuestro país y la Tierra en general, que siempre nos ha ofrecido con generosidad toda su abundancia y protección amorosa, no habían sido atacados tan sistemáticamente por fuerzas aéreas como en este pasado año de 2021. Para los vascos y nuestros pueblos hermanos han pasado 85 años, pero, en realidad, aunque se presenten ante nosotros con nuevas palabras y disfraces, las intenciones y los proyectos de los que ahora nos agreden desde el aire siguen siendo exactamente los mismos: crear un nuevo orden mundial globalista en el que unas élites esclavicen definitivamente a la inmensa mayoría de los seres humanos, haciendo desaparecer las naciones y todo tipo de comunidades y vínculos de solidaridad hombre-mujer, familiares, sociales, religiosos,… En fin, destruir lo más invencible que tenemos, la fuerza de nuestro espíritu, y apoderarse de nuestras almas.
Esta fumigación con estelas químicas ha sido muy evidente en los más de 20 soleados días de viento sur, que comenzaron el día 12 de diciembre, precisamente justo después de otros 20 días continuados de lluvia. Aquel domingo observamos el cielo recién despejado sobre el Abra y la costa vasca lleno de rastros o estelas químicas blanquecinas, que a menudo se cruzaban entre sí formando aspas o incluso cuadrículas. Eso sí, a la vista del que quisiera ver y al entendimiento de quien quisiera entender. Desde nuestra atalaya junto a la cabecera de la iglesia Santa María de Portugalete, todos estos días contemplábamos el cielo que va desde las fuentes del Ibaizabal hasta el puerto del Abra, es decir, el cielo que sobre este río cruza en diagonal la mayor parte de Bizkaia desde el monte Udalatx en Arrasate-Mondragón hasta la salida al mar. Unas pocas personas conscientes y atentas han podido darse cuenta de que, casi todos los días, estos aviones nos han fumigado con rastros o estelas químicas que se mantienen durante horas en el cielo, mientras por un corredor lateral aéreo pasan al aeropuerto de Loiu los aviones comerciales que no dejan rastros, o que, si los dejan, desaparecen al de poco tiempo. Desde hace años llevan a cabo estas fumigaciones, normalmente en días de viento sur y con nubes y claros, disimulando los rastros por encima de las nubes, pero en esta entrada al invierno tenían especial prisa y no se han andando con tanto disimulo, justamente en vísperas de una nueva temporada de gripe y catarros que ha llevado a cientos de miles de vascos a hacerse millones de pruebas PCR. Respetaron, escrupulosamente, ¡cómo no!, el descanso de los días de la Pascua militar de Reyes y las celebraciones del Año Nuevo.
Aquí tenéis estas fotos de algunos días, en las que sólo hemos aumentado el contraste, a fin de que aparezcan más claramente los rastros. Estas prisas que tenían para fumigarnos han permitido hacer las fotos en el momento que más en evidencia quedaban, es decir, con los vivos colores naranjas y rosas del amanecer, sobre las ocho y media de la mañana de los días en torno al solsticio de invierno.
Estar atentos y tomar conciencia sobre este ataque aéreo está al alcance de todo el mundo, pero tener tiempo para observarlos, pensar y tratar de actuar en consecuencia, parece que sólo lo hace muy poca gente. En la mayoría de los casos porque vivimos en una sociedad corrupta, hasta ahora bien alimentada y bien pagada, que gira en torno al poder, el dinero y el prestigio, especialmente entre quienes podrían tomar decisiones, hacer análisis e investigaciones y poner al descubierto esta evidente maldad. En el mediocre mundo universitario, de cuya facultad de des-información fui honrosamente expulsado en 1992, nunca nos enseñarán a ser valientes. Si tuviéramos unos responsables sanitarios dignos de tal nombre, que no los tenemos, se habrían preocupado ya de saber qué contienen estas estelas químicas, y así, seguramente, podrían explicarnos algunos de los casos COVID y, por ejemplo, pérdidas de olfato y de gusto en muchos acatarrados y griposos, como lo que realmente son: una exposición a la intoxicación química sistemática por tierra, mar… y aire.
Precisamente, una valiente mujer, la ecologista y sobradamente consciente Josefina Fraile Martin, originaria del pueblo agrícola y galletero de Aguilar de Campoo, lleva años predicando a menudo en el desierto, para llamarnos la atención sobre estos rastros y nos ha dado luz acudiendo a distintos sitios de Euskal Herria este último otoño. En realidad, han perpetrado estos ataques aéreos durante mucho tiempo por todo el mundo, al menos desde hace 60 años, bajo la etiqueta cientifista y encubridora de Geoingeniería. Josefina expuso los objetivos de este envenenamiento de la Tierra:
- Cambiar el clima, para que haya menos agua y humedad, y poner obstáculos a los rayos del sol. Que no llegue a nosotros (seres humanos, animales, plantas, árboles,…) la luz, la vida y la energía, y obstaculizar la fotosíntesis de la vegetación.
- Hacer daño a la salud de los seres humanos, en la misma línea de la plandemia. Algunos componentes químicos (aluminio, flúor, mercurio…) incluso son neurotóxicos, para provocar más Alzheimer y Parkinson.
- Aumentar la conductividad de la atmósfera, para por medio de ondas electromagnéticas poder llegar fácilmente a cualquier sitio, alterando la ionosfera. Si es necesario, desde su potente base militar en Alaska, donde tienen armamento meteorológico.
- Hacer daño a plantas, árboles y productos agrícolas y secarlos, para que los agricultores quiebren y, después, según los planes de las élites, comprarles la tierra muy barata o venderles las semillas transgénicas que ahora mismo ya tienen patentadas previamente. Patentar la vida y convertir todo en dinero: sobre todo, la Madre Tierra y los demás seres vivos que habitamos en ella.
En análisis realizados en distintas zonas del mundo, por ejemplo en Murcia algunos agricultores ya los han hecho, han visto que estos rastros aéreos pueden contener hasta 16 elementos tóxicos del carbón. Al caer a tierra, los que tienen aspecto de hilos de telas de araña son fibras derivadas del petróleo, muy tóxicas, que ya mucha gente ha podido ver. Algunas veces usan estas mismas fibras para producir objetos o juguetes. También buscan el parecido con formas de la naturaleza, por medio de la técnica biomimesis y, por ejemplo, imitan las semillas de achicoria (abuelitos). Componentes de estos rastros químicos del cielo son:
- Aluminio Bario Arsénico Titanio Magnesio
- Manganeso Silicio Polímeros sintéticos
- Materia orgánica (entre otras, células sanguíneas)
- Otros materiales: grafeno, nanomateriales, diamante, cuarzo,…
La información de Josefina, y la que nos ofrece en el Pais Vasco el eibartarra Asier Guridi Epelde, nos interpelan a todos para hacernos conscientes de que poco antes del año 2020 estalló con la plandemia un conflicto a nivel global y, dentro de esta tercera guerra mundial, han intensificado también sus ataques aéreos con rastros químicos. Agreden a la Tierra viva, porque saben que sin su energía vital no somos nada, y atacan a los seres humanos, intentado vacunarnos a todos, desde el más joven hasta el más mayor, desde los países más privilegiados hasta los más pobres; y, además, tanto sometiéndonos a ondas electromagnéticas de nueva generación 5G, como contaminando con productos químicos alimentos, juguetes, productos de limpieza personal o de la casa, superficies pintadas o lacadas… y, por si fuera poco, también mediante estos aviones. Las distintas policías ya conocen estas fumigaciones aéreas, tienen noticia de estas oscuras prácticas, pero si les llamamos, reaccionan con miedo y atenazados, pues están bajo la amenaza de la ley del silencio militar. Ni que decir tiene que aviones y militares utilizados están pagados con dinero público que no nos declaran.
Es urgente que todos los que podamos tomemos conciencia de ello dentro de la visión global de este momento, darse cuenta de a qué juegan, y que, después, hablemos de ello y lo comentemos con quien se pueda, que guardemos fotos o videos y muestras recogidas en la superficie del suelo, para poder tomar auténticas decisiones ahora y en el futuro. Además, hoy en día, la ciencia no prostituida y no materialista, es decir, la que respeta lo espiritual, nos ha permitido saber que los seres humanos cuando observamos con atención, al mismo tiempo, cambiamos el mundo, la realidad y, con ello obligamos a todo lo que nos rodea, incluidas las fuerzas a las que como Humanidad nos enfrentamos, a cambiar. El observador siempre cambia lo observado. Pero lo triste es que no somos capaces de ver ni que nos están bombardeando, aunque lo tengamos a la vista en la inmensa pantalla del cielo y a todo color. Así y todo, lo que pensamos y lo que sentimos puede cambiar la realidad, sin duda. Al contrario de lo que nos han hecho creer los materialistas y los oficialistas, también somos seres mágicos, como la Tierra y el Universo que nos rodea. Preguntarles, si no, a los niños a los que los adultos todavía no hemos echado a perder.
Es una verdadera pena la cohorte de tarados que contaminan con sus ideas peregrinas los pocos espacios de libertad que quedan en el periodismo, tal parece que su objetivo sea desacreditarlos. Vergüenza ajena y lástima.
Esos venenos nos caen como cuando se clarifica el vino con clara de huevo. Es como una Red que va cayendo y nos atrapa y nos enferma… Aún así hay que ver como aguantamos… Tenemos que colapsar Bilbo el día 22…Que no se diga…
Está claro que quienes se empeñan en mezclar la desinformación en la lucha por la libertad contra las restricciones COVID y la vacunación obligatoria están cada vez más activos. Ánimo. Haced caso a Cristóbal y compañía y el día 22 inundad Bilbao con pancartas contra los chemtrails, el grafeno, los reptilianos y cualquier otra teoría absurda que se os ocurra para desprestigiarnos. Gracias.
Nosotros ya nos habíamos dado cuenta de las estelas. Lo están haciendo en todas partes…quien quiera entender que entienda porque sí… están pasando cosas muy extrañas con el clima. Me ha encantado poder leerlo y disfrutar de tan exclarecedor artículo. Infinitas gracias a tod@s.
Tienes razón. No hay que caer en la trampa de mezclar teorías como poco muy discutibles con lo que en verdad nos afecta como es la desaparición de nuestros derechos y libertades con la excusa de la COVID.
En Eibar esto mismo que relatáis sucedió el 03/01/2022 sobre las 11:00 el cielo quedó totalmente nublado calculo que empezaron sobre las 10:00 momento que el cielo estaba totalmente despejado. Este día no salí de casa a pesar del buen tiempo. Tengo fotos de las nubes que se formaron.
ENCANTADA DE VER PLASMADA EN ESTE BUEN ARTÍCULO LAS OBSERVACIONES QUE MUCHOS VEMOS EN EL CIELO
TAMBIEN ESTO FORMA PARTE DEL ATAQUE AL QUE ESTAMOS SIENDO SOMETIDOS CLARAMENTE.MUCHAS GRACIAS
A ENRIKE LÓPEZ.
Llevan años hacièndolo, a partir del dia fatídico al que nos llevaron a estar confinados y estar mas pendiente del BOE, se publica un boletin en el que se autoriza a la utilización de todo tipo de biocidas incluyendo los de tipo veterinario, empezè a mirar al cielo y dia si dia tambièn era continuo ver las estelas, el dia que mas me sorprendí , fue un 8 de agosto 2020 , cuando a las 16:00pm parecia que habian dibujado un tablero de ajedrez, cuadrículas perfectamente alineadas, se lo comentè a un amigo y me dijo que era por lo del virus chino, a partir de ahi es un no parar, incluso en dias encapotados cuando empieza a despejar, ya se ven las estelas, por lo que me deja claro , que aunque no las veamos por las nubes siguen hacièndolo, siempre me he preguntado que le pasarà en la conciencia del piloto que abre la manguera y sabe los componentes químicos que utiliza, ya no es que envenenes a los de abajo sino que contaminas todo, agricultura, arboles, agua y sobre todo tambièn a tus familiares
Resido en un pueblo de la costa de Málaga. Por aquí hemos tenido esos aviones dibujando cuadrículas a diario, especialmente desde comienzos de otoño. Vuelan a una altura mayor que la de los aviones comerciales. Lo sé, porque también puedo ver estos.Dibujan esas famosas cuadrículas; y dejan el cielo turbio; si hay nubes se van deshaciendo. Para la Navidad nos dieron un descanso, pero desde principios de enero, están aquí nuevamente. Doloroso, por lo que están haciendo, y porque dentro de esos aviones van personas que saben lo que están dejando caer sobre las ciudades españolas, pero no solo aquí, también en otros países, por ejemplo, sobre la ciudad de Buenos Aires, en Argentina. ¿Dónde está la justicia? ¿Dónde el Defensor del Pueblo? ¿Estar en la Comunidad europea era esto? ¿Interviene la OTAN? ¿De qué bases salen esos aviones? ¿Qué ha pasado con la conciencia de tanta gente? Y no voy a preguntar ya qué papel juegan los líderes religiosos, porque desgraciadamente lo estamos viendo.
Qué pena tener que leer tanta paranoia. Lamentablemente, es el mismo esquema mental que lleva a los covinazis a vacunarse y discriminar e insultar a los no vacunados, fruto de su miedo, y a los que será imposible convencer de la inutilidad de las dosis que se han puesto, por muy evidente que ésto sea. Sois igual que éllos y siento tener que decir que parece que no queda un sólo cuerdo en este mundo de locos con manía persecutoria en que habéis convertido, vosotros y éllos, esta sociedad, que ya es de novela de terror.