Mirando al futuro – Jon Ander Etxebarria
- Escrito por Jon Ander Etxebarria, ex Decano del Colegio de Biólogos de Euskadi
- Enlace a su blog: El Dato Mata el Relato
Mirando al futuro
La izquierda le está dejando el campo libre de la defensa de derechos y libertades a la demagogia de la ultraderecha.
Si nos ceñimos a lo ocurrido con la pandemia en Euskal Herria donde además del eje sociopolítico se da el eje territorial, la izquierda estatal y la abertzale y principalmente la abertzale nos han vendido con la premisa “de seremos un frente ante el trifachito”, y llevan años teniéndolo como base para su despliegue ideológico, de forma que implícitamente están estableciendo un voto cautivo, ya que es muy pobre que se vote una opción solo porque gane quien gane siempre el voto será para que no llegue al poder la ultraderecha, aunque como en este caso con los socialistas se esté apoyando al globalismo neoliberal. Mi opinión es que eso no es hacer política y con ello lo único, que hacen es como el avestruz, sobre todo si se deja el campo de las libertades y derechos al albur de su demagogia, donde lo único que se hace con eso es en definitiva es engordar dicha opción.
Con esta pandemia la izquierda estatal y la abertzale nos vienen a decir que al menos se ha conseguido algo a nivel sociolaboral y con eso se quedan contentos, ¿o en realidad se quedan contentos porque han pisado moqueta y eso gusta mucho?. Existen multitud de situaciones a nivel de la izquierda y sobre todo abertzale para ver claramente que con esas premisas se va directamente al fracaso.
Reforma laboral se apoya su derogación para dar el voto al gobierno estatal a cambio de apoyar la desescalada de la pandemia y lo único que han conseguido es un maquillaje de la misma.
Derogación de la ley mordaza, no solo ahí sigue, sino que se ha utilizado de forma cicatera durante la pandemia y en ningún momento se ha alzado la voz contra ella por parte de la izquierda abertzale y menos por parte del PNV que es quien la ha impuesto a través de la Ertzaintza, aunque en Madrid nos diga que hay que derogarla.
Vacunación obligatoria aunque oficialmente fuese voluntaria debido al chantaje sometido a la población, en ningún momento ni la izquierda estatal ni abertzale han alzado la voz contra ese chantaje, es más los sindicatos pedían vacunar a sus afiliados, no respetando el derecho que nos asiste como personas para decidir lo que hacemos con nuestra salud. Quizá el problema haya estado en que se ha confundido extender una sanidad pública a todos los ciudadn@s, y que esta sanidad pública chantajee al propio ciudadano, no dejándole elección, por lo que con su actuación, por mucho que ahora al final de la pandemia se hagan oir con mensajes de reforzar la atención primaria y la sanidad pública, lo que realmente han conseguido es todo lo contrario por su cooperación con el gobierno vasco desde el inicio de la pandemia donde en ningún momento se oyó su voz para que la abran y refuercen para el ciudadan@, más bien hicieron todo lo contrario pidiendo que se cerrasen cuantos más sectores de actividad, con la falsa posición del bien común vs economía no analizando que la economía la final es salud, como hemos visto con la herencia de la pandemia con los fallecidos por falta de atención y el aumento de los problemas psicológicos en nuestra sociedad.
Vacunación y mascarillas a menores se puede comentar lo mismo, ¿donde estaba la izquierda estatal y abertzale para oponerse a ella?, ¿intercedió en algún momento con los trabajadores de la enseñanza para que no aplicasen esos protocolos propios de épocas oscuras con falta de libertad ya vividas y propias de sistemas carcelarios?.
En definitiva todo el cúmulo de restricciones de derechos y libertades llevados a cabo durante esta pandemia y que la izquierda en ningún momento se ha posicionado en contra, como han sido los confinamientos, las restricciones de movilidad, los cribados junto con la medida de delatar con quien se ha estado, es decir, como vemos, todo medidas muy propias de un sistema en el que la democracia brilla por su ausencia, donde lo que si ha instaurado esta pandemia es el miedo, el recelo y la división en nuestra sociedad, elementos propios de un sistema antidemocrático.
Afectando de forma clara a lo que es Euskal Herria hemos conocido recientemente lo del tema de la autonomía del Sahara dentro de Marruecos, donde el Sr. Sánchez a quien apoyan en el gobierno se ha cargado “de facto” el derecho de autodeterminación de los pueblos. Eso si el postureo con banderitas en el Congreso por parte de la izquierda que no falte, pero la realidad es que tanto EHBildu, ERC y PNV han quedado a la altura del barro, al igual que podríamos hablar de su actuación con las subidas desmesuradas de la inflación por culpa de la luz, gas y petróleo, etc.
¿Cómo hubiese reaccionado la izquierda si eso lo hubiese hecho la derecha?, ¿qué le hace falta hacer al PSOE para que no se le apoye? Se me olvidaba el voto de la izquierda estatal y abertzale es cautivo de que no venga el trifachito y eso Sánchez lo sabe.
En el tema de la guerra Rusia-Ucrania más de lo mismo, ¿no sería de mayor envergadura la oposición al Gobierno si este fuese conservador, ya que con toda probabilidad defendería lo mismo que se está haciendo actualmente?, ¿Dónde está el espíritu que hubo contra la guerra de Iraq que no vemos en este momento?.
Capítulo aparte es el del PNV que nos ha demostrado algo que ya sabíamos los vascos y, es que los jeltzales que se atribuyen el concepto de soberanía, durante esta pandemia en ningún momento, y teniendo ocasión de hacerlo, han sido capaces de serlo, circunstancia que no nos debe sorprender ya que el PNV no cree realmente en la soberanía de nuestro pueblo, lo que realmente cree es en la soberanía de la gestión económica siempre que esté en sus manos y ello les sirva para extender un clientelismo de cierto nivel económico a cambio de voto cautivo.
Está claro que el PNV después de más de 40 años, y siempre presente en el Parlamento español, no tiene verdadera intención en completar el Estatuto ya que las transferencias pendientes les sirve como moneda de cambio para hacer mercantilismo en Madrid con su apoyo sea tanto al Gobierno del PP como del PSOE, sabiendo perfectamente esos partidos estatales a que juega el PNV, sabiendo que en ningún momento se ha plantado, y sobre todo cuando el voto de los jeltzales es vital para quien gobierna.
Si realmente el PNV creyese en la soberanía, hubiese establecido que para dar su apoyo al gobierno estatal se tendría que haber aceptado como premisa que en la legislatura que se apoya se tendría que cumplir el 100% del Estatuto y no las dádivas que recibe a cambio por su apoyo que siempre son más de índole mercantil que ideológico.
En esta legislatura EHBildu ha querido jugar al papel del PNV equivocándose de medio a medio ya que como siempre se dice es mejor el original que la fotocopia.
Con todo lo que he dicho, por si no se ha entendido, no estoy posicionándome a favor de los conservadores que lo hubiesen hecho igual o peor, y menos de la ultraderecha, es más pienso que por hacerlo mal la izquierda se le está dejando el campo libre de la defensa de derechos y libertades a la demagogia de la ultraderecha.
El problema está en que la política actual ha dado todo lo que tenía que dar y se necesita una transformación de gran escala donde no se haga de ella un medio de vida y donde se empiecen a potenciar más los batzarres y plataformas ciudadanas, dejando a un lado los partidos políticos tradicionales y donde se empiece a plantear una UE totalmente diferente, a nivel geoestratégico sin la hipoteca con EEUU y la OTAN, la cual deviene desde la segunda guerra mundial, que tuviese una personalidad propia en donde la unión se basase en los pueblos que son los depositarios de culturas milenarias y no de estados virtuales creados en los últimos 3 siglos, todo ello teniendo como valor central una unión política en toda regla huyendo de la unión mercantilista donde el manejo es del globalismo neoliberal mediante las multinacionales, como hemos podido comprobar durante esta pandemia con las farmacéuticas.
En definitiva esta pandemia además de dejar el virus neuronal del miedo con los problemas psicológicos que ello ha conllevado y conllevará a futuro, ha dejado también el virus de la inacción en la izquierda ya que con el supuesto del bien común ha comprado el discurso del globalismo neoliberal, siendo necesario superar el estereotipo propio de las dicotomías izquierda y derecha y pasar a que sea el pueblo el que se empodere y gestione su propio futuro.
Pues sí, pero a pesar de llevar toda la razón, me llama mucho la atención el infantilismo de este buen hombre. No acaba de enterarse que todo, todo lo que está pasando forma parte del plan Globalista, cuya ideología ya sabemos cuál es. De modo que pensar todavía que la izquierda aberchale, o la extrema derecha o cualquier otra forma política, tienen autonomía de decisión, es cuánto menos infantil. Todos cobrando buenos duros, por tener las boquita cerrada, porque si no… Espero que este buen hombre despierte y se de cuenta en el mundo quiere vive y dejar ya provincianismo que tanto daño le hace a todos los que pretende defender. Es claro que el hombre se la ha jugado, como muchos otros, pero es hora de defender, solo una cosa: la libertad.
La izquierda está vendida al globalismo neoliberal y a la Agenda 2030, la lucha ya no es izquierda versus derecha, sino los de arriba, las élites globalitarias, contra los de abajo, los pueblos. Los políticos reman todos para el mismo lado, porque están comprados por las élites globalitarias. O los pueblos reaccionan, desobedeciendo las leyes que van contra la defensa de los Derechos Humanos y las libertades individuales, o lo que nos espera a todos los de abajo es la esclavitud.
La peor faceta de don Jon Ander. Ni izquierdas, ni ultraderechas, ni pollas en vinagre. Superen esa ficcion por dios, superenla ya, va siendo hora.
O creemos en el globalismo, o creemos en el individuo. NO HAY MAS,
Una vez más, totalmente de acuerdo con Jon Ander.