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Statkraft: Una serie de hechos que demuestran que el “fuerte código ético” de esta multinacional noruega es una mentira

Escrito por Mikel Alvarez Forcada

STATKRAFT: UNA SERIE DE HECHOS QUE DEMUESTRAN QUE EL “FUERTE CÓDIGO ÉTICO” DE ESTA EMPRESA MULTINACIONAL NORUEGA ES UNA MENTIRA:

Statkraft tendría un “fuerte código ético” porque “el prestigio del propio estado noruego se ve comprometido a través de su actividad”, según ha divulgado lamentablemente el secretario de transición ecológica de EH Bildu, Mikel Otero. Esto lo desmienten, sin embargo, los siguientes desmanes y sucesos:

LA RESPONSABILIDAD DE STATKRAFT Y DEL ESTADO NORUEGO POR VIOLACIÓN DE LOS DERECHOS CULTURALES DEL PUEBLO INDIGENA SAMI (LAPONIA) EN EL CASO DEL MACRO-PROYECTO EOLICO FOSEN VIND:

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El 11 de octubre de 2021, la Corte Suprema de Noruega declaró inválida la licencia para el desarrollo del mega-proyecto eólico Fosen Vind en la región de Trondelag, Noruega Central. La sentencia concluye que la construcción del complejo eólico deterioró las tierras de pastoreo de renos y violó el derecho a la cultura del pueblo indígena Sámi (también conocido como pueblo lapón). Statkraft es el propietario mayoritario (52%) del consorcio Fosen Vind y ha sido responsable de la ejecución del proyecto.

En el caso Fosen Vind, el Estado noruego también ha sido parte del proceso judicial en representación de los acusados. Siendo Statkraft propiedad del Ministerio de Comercio, Industria y Pesca de Noruega, el Estado estaba interesado en una sentencia favorable a los demandados, lo cual se manifestó por la intervención del Ministerio de Petróleo y Energía a favor de Fosen Vind. El Gobierno noruego, preocupado de que el asunto pudiera establecer un antecedente y disuadir a los posibles inversores extranjeros en nuevas concesiones eólicas (como el Crédit Suisse, involucrado en Fosen Vind), se alineó con la compañia en su recurso de apelación. De modo que el proyecto continuó adelante sin escuchar las denuncias de la comunidad sami. Al mismo tiempo, el Estado de Noruega también tiene la responsabilidad legal de defender y proteger los derechos humanos de los demandantes, el pueblo indígena sámi. Sin embargo, la balanza en el presente caso se inclinó claramente a favor de los intereses económicos derivados de la explotación de las centrales eólicas. Dicho sin rodeos: el Estado eligió el dinero sobre las personas.

Desde que se produjo la sentencia, los Sámi han exigido el desmantelamiento de este complejo eólico que es uno de los más grandes de Europa. Las instalaciones se componen de seis centrales eólicas, sumando un total de 151 aerogerenadores con torres de 87 metros de altura y con rotores de 117 metros de diámetro. Pero el conflicto no se ha zanjado aún, porque el Gobierno noruego dice que “analiza las consecuencias” del fallo y otros hablan de “medidas de reparación”, mientras que el consorcio Fosen Vind se ha mostrado aliviado de que podrá seguir operando el complejo eólico hasta nuevo aviso.

Con suerte, la sentencia evitará construcciones futuras que afecten a los pueblos indígenas y su derecho cultural al uso de la tierra. Sin embargo, solo tres semanas después de la sentencia Fosen Vind, se presentaron planes para la construcción de una nueva central eólica en las áreas de pastoreo de verano de Corgas en el norte de Noruega, y los sámi temen que no se haya aprendido ninguna lección.

NORUEGA AMPLIA LAS PERFORACIONES DE GAS Y PETROLEO EN EL ARTICO:

Noruega es el principal exportador de hidrocarburos de Europa occidental y ha anunciado en marzo de este año que ampliará las perforaciones en busca de petróleo y gas en zonas hasta ahora inexploradas en el mar de Barents en el Ártico. A pesar de que los grupos de defensa del medio ambiente se oponen firmemente, el ministro noruego de Energía y Petróleo declaró que “el acceso a nuevas y atractivas zonas de exploración es uno de los pilares de la política gubernamental para el desarrollo de la industria petrolera”. “Enormes zonas de los océanos del mundo siguen en gran parte sin explorar, pudiendo probablemente abastecernos en el futuro de minerales y de otros recursos que están por descubrir aún”, según la Web del Ministerio de Relaciones Exteriores de Noruega.

El petróleo y el gas constituyen el 40% del total de las exportaciones noruegas y el Gobierno espera que las compañías presenten este año una decena de nuevos planes de extracción, “debido al cambio fiscal introducido para favorecer las inversiones”. La previsiones del Gobierno son de un aumento continuado de su producción de hidrocarburos en los próximos años: “Las inversiones contribuirán a una producción alta y rentable hasta 2030. Los planes actuales apuntan a que entonces habrá una caída de la producción. Cuánto y cómo de rápido dependerá, entre otras cosas, de la cantidad de petróleo y gas que encuentren las compañias”.

LAS AMBICIONES DE CRECIMIENTO DE STATKRAFT:

Statkraft suele presentarse como “primer productor renovable de Europa”, aunque debe precisarse que obtiene casi toda su electricidad de centrales hidroeléctricas, explotando el potencial de la fuerza del agua de los fiordos noruegos –más de 1000 fiordos– y de los numerosos ríos que bajan abruptamente al litoral desde la larga cordillera de las montañas escandinavas. En estas condiciones, Noruega ha sido el mayor productor de energía hidroeléctrica en Europa y ha sido históricamente capaz de exportar un considerable excedente de electricidad a Suecia, Finlandia, Dinamarca, Rusia y los Paises Bajos a través de conexiones eléctricas transfronterizas. En 2014 firmó un acuerdo con Reino Unido para la construcción de la conexión eléctrica submarina más grande del mundo y actualmente está considerando nuevas líneas de conexión con Escocia y Alemania. El mayor productor es la empresa estatal Statktaft, que posee las mayores plantas hidroeléctricas.

Desde la década de 1990, Statkraft está actuando en los principales mercados europeos. En 2018, la compañia entró en el mercado ibérico, donde “el crecimiento en renovables, particularmente en solar y eólico, es uno de los principales pilares de nuestro plan para el período 2020-2025”. La producción de la empresa en 2021 creció un 8% y el beneficio neto alcanzó 1.591 millones de euros. “Entramos por tanto en 2022 con una solidez financiera reforzada y capacidad para cumplir con nuestras ambiciones de crecimiento” (“Resultados de Statkraft para el ejercicio 2021”). Así que el objetivo de Statkraft es “expandir la capacidad en 2.000 MW en Europa continental y en 8000 MW en todo el mundo para 2025 a través de proyectos eólicos y solares”. A lo cual añade que “la región de Iberia ha se ser una de las regiones que con mayor peso contribuya a este objetivo”.

El proyecto eólico “Prada” de Sratkraft en Galicia:

Durante el año 2021 se sucedieron en Galicia manifestaciones, marchas y protestas vecinales contra los cerca de 300 proyectos de nuevas centrales eólicas que tramita la Xunta, muchas de ellas previstas en zonas de gran riqueza natural, paisajística, histórica y arqueológica. Uno de los proyectos que más rechazo ha levantado es el que Statkraft –a través de su filial Desarrollos Renovables Iberia Gamma–, quiere explotar en la Serra do Eixo (actualmente llamado “Parque Eólico Prada”), a escasos kilómetros de Peña Trevinca, la montaña más alta de Galicia, en la frontera de Ourense y Zamora. El entorno afectado se encuentra a una altitud media de 1.400 metros y cuenta con la presencia de especies como el lobo ibérico o el águila real. Miles de personas participaron en una marcha por la sierra convocada por SOS Groba. “No estamos contra la energía eólica, sino contra la industrialización del monte y de un modelo energético depredador que beneficia a las eléctricas a costa de la naturaleza, el paisaje y las personas”, dice Xilberto Manso, portavoz de SOS Groba.

Statkraft tiene proyectado instalar 443 MW de energía eólica en los montes de Ourense y Lugo. Señala en su página web respecto al “Parque Eólico Prada”, con una “potencia instalada de 171 MW, lo que lo convierte en el mayor proyecto eólico terrestre de la compañia en España”: “En cada uno de los proyectos que operamos, trabajamos en el progreso de las comunidades mediante planes de participacíón y medidas de atención a las necesidades locales”… Ja!

 Las macro-plantas solares de Statkraft:

El mismo día 13 de septiembre en que Statkraft presentaba al lehendakari Urkullu y Arantxa Tapia sus proyectos eolícos en Gipuzkoa, la Unión Española Fotovoltaica (UNEF) entregaba a Statkraft y a otras empresas como Iberdrola el “sello de Excelencia en Sostenibilidad” en un acto celebrado en la macro-planta de “Talayuela Solar” operada por Statkraft, una de las instalaciones de energía solar más grandes de Europa (con más de un millón de paneles fotovoltaicos y una superficie de 820 hectáreas), situada en la localidad extremeña de Talayuela. “La energía solar producida en Talayuela será similar a la energía necesaria para dar servicio a 150.000 hogares equivalente a la ciudad de Badajoz o hasta 22.000 trayectos anuales del futuro AVE Madrid-Badajoz” (Web “Bienvenidos a Talayuela Solar”).

La construcción de Talayuela Solar comenzó en enero de 2020 por parte de la británica Solarcentury, posteriorente adquirida por Statkraft, que la revendió luego a la alemana Encavis a finales de 2021. Por supuesto, Talayuela Solar se ha diseñado para ser un “referente” y el camino al desastre ha estado jalonado de estudios y medidades correctoras del impacto ambiental, de manera que 312 hectáreas han sido reservadas para “protección ambiental”, incluyendo la construcción de “encharcamientos e islas flotantes con vegetagión para favorecer la nidificación”, “refugios para reptiles”, un “Aula de la Naturaleza para recibir a los visitantes”, etc. Luego, Statkraft ha comenzado la construcción de Talayuela II, con una superficie de otras 331 hectáreas, al tiempo que está desarrollando nuevas plantas solares en Extremadura, Andalucía, Comunidad Valenciana (donde proyecta construir una mega-planta fotovoltaica de 435 hectáreas en Vinalopó a pesar de las acciones judiciales emprendidas en su contra por los grupos ecologistas), Castilla-La Mancha, Castilla-León y Murcia, sin dejar por ello de avanzar en sus proyectos eólicos en Galicia… y ahora también en Euskal Herria.

¿INDEPENDENCIA ENERGÉTICA?

Jon Zayas, director de proyectos de Statkraft en Euskadi, dijo el 29 de septiembre en Euskadi Irratia que, además de las centrales eólicas que tiene previsto realizar en el Urola y el Alto Deba, “tenemos más proyectos para Euskal Herria: tenemos que trabajar todos juntos para conseguir la independencia energética”. Asimismo, entrevistado pocos días después en la revista “Uztarria” de Azpeitia, afirma que “se ha visto que el autoconsumo no es suficiente y que necesitamos parques eólicos para que Euskadi sea independiente a la hora de producir energía (…) Es muy importante ser energéticamente independientes; por eso este tipo de proyectos son necesarios “.

Decir esto es totalmente falso y demagógico. A modo de prueba, el responsable de sostenibilidad del grupo Fagor, aún cuando ha mostrado su disposición a explorar las posibilidades que ofrece el proyecto de la multinacional noruega, ha destacado que “el consumo de las plantas de producción del grupo Fagor en Debagoiena supera los 300 megavatios por año; si se tuviera que generar a través de eólicos, Statkraft tendría que instalar más de 200 megavatios… pero el parque propuesto por él solo generará 25 megavatios”.

Sorprende por tanto el silencio ante semejante fraude y engaño. El hecho de que Statkraft presente este tipo de planteamientos justamente en Euskadi es inmoral y una vergonza manipulación. En ese sentido, nos ha venido al recuerdo la postura que mantuvo el Gobierno Vasco al defender la central nuclear de Lemoiz para abastecer las necesidades energéticas de Euskadi.

Pues bien, en el asunto de la transición energética que ahora nos ocupa, es preciso rechazar la perversión de las energías renovables por sectores industriales y grandes corporaciones que someten las alternativas energéticas a modelos tecnológicos concebidos con parámetros productivistas y desarrollistas, frente a lo que debemos defender una transición energética descentralizada, que acepte los límites al desarrollo y al consumo, desmercantilizada (que considere la energía como un bien común y no una mercancía), socialmente justa y respetuosa de la naturaleza.

Mikel Alvarez Forcada

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Uzturre
Uzturre
2 años

Euskadi traicionada por los acólitos peneuvistas del nuevo orden mundial y atlantistas declarados , que han convertido la patria vasca en un batzokistán en declive y retroceso económico y social sin frenos.

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