Las sanciones obligan a Rusia a cambiar su industria aeronáutica
Tras las sanciones, el sector de la aviación no es el único ámbito en el que Rusia busca establecer su autonomía y competitividad. Tras el reciente fracaso de la misión Luna-25, un proyecto espacial muy esperado en el que la sonda se estrelló en la Luna, el éxito del nuevo avión de pasajeros SJ-100 adquiere una importancia especial.
El fracaso espacial, atribuido en parte a sanciones internacionales que han afectado el acceso a tecnologías clave, subraya la urgencia para algunos expertos rusos de que Rusia desarrolle su autonomía en áreas de alta tecnología, como la aeronáutica.
La ambición de Moscú de reactivar su industria aeronáutica queda bien ilustrada por las recientes pruebas exitosas del SJ-100, una nueva generación con todos los componentes de fabricación rusa.
El pasado 2 de septiembre el consorcio United Aircraft Corporation anunció como un éxito el segundo vuelo de prueba de este nuevo avión ruso, que voló durante 75 minutos y alcanzó altitudes de 6.000 metros, una hazaña que contrasta marcadamente con las recientes dificultades que ha enfrentado el programa espacial ruso.
El avión es un punto de inflexión para Rusia, señalando una nueva era de autosuficiencia e ingenio, y tal vez incluso proporcionando una hoja de ruta para superar los numerosos desafíos que aún enfrenta, en la Tierra y en el espacio.
Fuente: mpr21