- La opinión de Patxi Lázaro, colaborador de euskalnews.com
- Enlace a su cuenta en Facebook: https://www.facebook.com/francisco.lazaro.509994
EL INESPERADO NUMERITO DEL CANDIDATO IGLESIAS
Cuando pensábamos que la charlotada de Murcia y el fulgurante contraataque de Isabel Díaz Ayuso en Madrid colmaban el cupo de sorpresas para 2021, ahora resulta que Pablemos va y deja el país a cuadros. Ni corto ni perezoso, el polémico líder de la formación morada decide de repente montarse su propio 2 de mayo proclamando a sus masas adormecidas por tres años de limbo sanchista y uno de pandemia la gravedad de la situación: españoles, Madrid perece víctima de la perfidia heteropatriarcal y machista. Acudid a salvarla. Somos la revolución, qué carajo. Y donde hay un macho alfa, que se quite Agustina de Aragón. Bueno, ahora bromas aparte. ¿A qué vienen estos súbitos y desproporcionados ardores electorales de Pablo Iglesias? ¿No son como una proclama barricadista fuera de contexto? ¿Se echa a la calle por iniciativa propia, por consejo de Sánchez, por cálculo político? ¿O tan solo por aburrimiento?
Todo ello es improbable. La falta de pertinencia del pablesco ademán, por lo demás enormemente espectacular y mediático, tiene que ver con la misma naturaleza de la situación. Madrid es un objetivo clave en la política estatal: no solo contribuye con un 30% al PIB de la Nación. También está en el centro de toda las salsas autonómicas y estatales. Es el centro neurálgico de toda nuestra red de telecomunicaciones y transportes. Controlarla resulta de vital importancia para cualquier fuerza política que aspire a la conquista y conservación del poder, como ya se puso de manifiesto durante el enfrentamiento entre la Comunidad y el Ministerio de Sanidad por la gestión del Covid-19 durante el otoño del año pasado.
Está claro que en una cuestión como esta los contendientes principales tienen que ser necesariamente los dos grandes partidos de la política nacional (PSOE vs. PP), no oscuras y advenedizas formaciones como Podemos y Vox. Si los rivales por excelencia son Gabilondo y Ayuso, ¿Qué pinta un vicepresidente honorario en mitad de la liza? ¿No le pone este gesto infantil al mismo nivel que un Aguado que confiaba en hacerse con la presidencia sin trabajar por ella, como resultado de intrigas y cambalaches en segundo plano? ¿A quién pensaba arrebatar Pablo Iglesias los votos que necesita para dar su do de pecho bolivariano? ¿A sus antiguos colegas de Mas Madrid? ¿A su jefe Sánchez? ¡Absurdo! Al final, todo esto de la política sigue siendo un juego de suma cero. En un partido de fútbol americano, los payasos y las mascotas están para entretener al público, no para recoger el trofeo.
Es posible que este salto al ruedo como espontaneo de Pablo Iglesias obedezca a motivaciones más prosaicas. Desde hace tiempo el líder podemita está cansado de la política. Le gustaría dejarlo, para dedicarse a lo que realmente le interesa: hacer televisión, leer libros, dedicarse a sus hijos. Presentar una candidatura a las elecciones de Madrid, sabiendo de antemano que no tiene ninguna posibilidad de ganarlas, ni siquiera de obtener un buen resultado, le permitiría retirarse con dignidad. Entonces podría disfrutar de los ansiados asuetos en su fortaleza de Galapagar.
Y el maldito asesino de.ancianos.en residencias se irá sin pagar ni un poco del dolor infligido.
También creo que es una salida airosa pa sus intereses