Tal cual. Bien dicho.

Está claro que el mundo lo dirigen cuatro gatos, otros cuatro nos damos cuenta y el resto son meros consumidores que van con el piloto automático por la vida: Jijí, jajá; que como está el tiempo; los de ese partido político son malos; ¿has visto la nueva peli, chaqueta, gadget de moda?; mi coche es más caro y mejor; tengo un doctorado, soy inteligente; trabajo con las manos, soy duro y valioso; gano más dinero que tú; paso más tiempo echando cervezas con mis amigos, tengo más calidad de vida y mejor fondo que tú… No me arrogo ninguna superioridad para determinar si sus vidas tienen menos valor o sentido por no conformarse a mi creencia sobre como deberían vivirla (con menos hedonismo y más analíticamente), aunque tampoco tengo motivos para cambiar mis pensamientos en este sentido, pero joder, no hay duda de que su modo de ser, sea por características innatas o no, legitima los abusos de los hijos de fruta de arriba contra todos y nos están jodiendo la vida también a los que no caemos en esas trampas, con lo que, por lo menos a mí personalmente me resulta dificilísimo no odiarles. Ya puede repetir quien quiera que esto es parte de la estrategia para odiarnos los unos a los otros y dividirnos y blah, blah, blah, que no voy a dejar de odiarlos por eso, lo mismo que no dejo de odiar a un mosquito que me acaba de picar por más que entienda que es su naturaleza y que el pobre no da para más. Obviamente, al igual que todos, tengo familiares y amigos en ese grupo a quienes no les deseo nada malo por más que le den a uno ganas de abofetear sus alcornocadas cabezotas de vez en cuando; así que sólo queda aguantarse y esperar hasta que de una manera u otra (contribuyendo como se pueda) esta inaceptable pesadilla imposible que ellos aceptan con tanta naturalidad se haya acabado. Un amigo solía decir que “es lo que hay”. Creo que no hay expresión más derrotista y odiosa; pero odiosa de ganas de patear cabezas. “Es lo que hay”… mis cojones es lo que hay. Joder, que estabais advertidos. No habéis visto las mismas pelis apocalípticas que yo ¿o qué? Parece que lo que a unos nos ha servido para tener conciencia sobre los peligros de ciertas cosas, a otros sólo les ha servido para aceptarlo sin sorpresas, lo que se supone que es el mal llamado “primado” negativo (imprimación negativa). Qué gente más absurda, y luego los colgados somos nosotros y encima lo creen de verdad porque como son mayoría se creen que deben tener razón. Qué absurdo y qué retraso. Pues no tenéis razón. Creéis lo que creéis porque sois crédulos, por tontos, por mansicos o por las dos y porque sucumbís a la presión social. La mayoría no gana premios Nobel, al menos no antes de que los pervirtieran, ni escriben novelas de éxito, ni descubren un tratamiento revolucionario, ni crean obras de arte para la posteridad, ni inventan un coche o un teléfono. Esa minoría que aporta algo de valor al resto de la sociedad, esa sí suele tener razón y no es mayoría, ni se esconde detrás de un “la ciencia” o un “los expertos”, atontados.

Si bien puedo compartir no asi las formas. Por desgracia los vacunados son casi el 90% de la poblacion: amigos, familiares, compañeros, hijos tal vez…

Y da igual fueran el 10%, seguirian siendo de los nuestros. No se como, de que manera, pero no hay que enfrentarlos, hay que convencerlos, y la firmeza y la verdad son las unicas herramientas que realmente tenemos, os animo a usarlas. Fuera de eso, solo queda tender puentes y manos, porque nadie lo dude, los totalitarios cuentan con que nos odiemos y tiremos piedras.

Estoy de acuerdo con Ogro.
Familiares, amigos y compañeros de trabajo. Todos vacunados. Hay que convencerles con respeto, con argumentos, con empatía, con racionalidad. Estamos todos en el mismo barco. No caigamos en la trampa del enfrentamiento social que se está promoviendo entre vacunados y no vacunados.

Enekoahivalahostiapues , suscribo tus palabras al 100 % . Se puede decir más alto pero no más claro.

Estamos jodidos… Y nos lo hemos ganado a pulso. Por idiotas, por creídos, por sumisos, por dejarnos llevar por la corriente, por no pensar con espíritu crítico. Por no arriesgarnos a confrontar ideas distintas y escuchar a los que opinan diferente (contra-corriente). Estoy generalizando porque yo también podría haber caído en la trampa, de hecho era la opción más probable de no haber existido esos valientes y generosos líderes de la disidencia, entre los que figura mi querido héroe FLM, al que no conozco en persona pero considero como mi familia.
Desde que el mundo es mundo, la minoría oportunista y avariciosa, sin compasión, han ido acaparando poder/dinero y habilidad de manipulación, mientras la chusma se agarra a unas pocas comodidades y a un “puesto de” trabajo, caminando inexorablemente hacia la esclavitud.
¡¡¡ DESPERTEMOS YA !!! Y pongamos el miedo en el bando correcto.

“Tu poder reside en mi miedo. Si yo no tengo miedo, tú no tienes poder” (Séneca a Nerón)

¿Y la gente que necesita trabajo, si o si, ¿qué hace?