“El maestro” (1 de 3)

En la prensa del 13 de abril leía: Los colegíos vascos harán una detección masiva de altas capacidades desde el curso que viene.

En temáticas, psicopedagógicas, la empresa Alcagi realiza test evaluativos, con función selectiva. Su directora Mertxe Cruz anuncia: “Dejar marchar el talento es perjudicial para todos. Fracaso escolar no es solo dejar de estudiar, también lo es no poder desarrollar tu potencial, no llegar a donde hubieras podido”.

El Gobierno Vasco reconoce el fracaso escolar en lo global. Pero pienso que, hace ver que desconoce las cotas de responsabilidad en el reparto de causas pormenorizadas que ha llevado como consecuencia a ese fracaso en Euskadi.

Comunidad educativa estresada, sistema de enseñanza, falta de autonomía de los centros, de reciclado del profesorado, de adaptación y de ambiente escolar, falta de formación para impartir enseñanza en materias educativas sensibles, falta de material didáctico adecuado…. y desmotivación consecuente, etc. son elementos de peso bien identificados en ese reparto del fracaso escolar, aunque seguro que, para quienes están en el día a día escolar…..hay más.

Exige un debate sincero entre institución, profesorado, padres, alumnos, entidades especializadas, agentes sociales, etc. para explorar con mayor amplitud y neutralidad, las causas que llevan al fracaso. Descubrir y señalar las raíces, que también desde ese ámbito nos ha llevado a esta deriva civilizatoria.

Asesorados por Alcagi, se incidirá de manera selectiva en niños con talento especial para lo que “se lleva”. Partir de un diagnóstico global para atender a un objetivo sectorial… ¿y el resto de niños? ¿y el resto de talentos de cada niño?

A la hora de elegir un sistema de enseñanza u otro, la clave está en: ¿a donde queremos llegar? Al no haber oferta en lo público, quienes no podemos acceder a lo privado, pedimos como mínimo nos den la opción a sugerir para lo público.

Pienso que en la actual coyuntura, se deben revisar ciertas estructuras de servicio público, principalmente Sanidad y Educación. Siendo el tema de la docencia de gran calado social, exige reordenar la escala de valores y prioridades formativas de nuestros niños. En esos test, ¿habrá preguntas para evaluar su futuro en autosuficiencia emocional, también chequeable desde el presente educativo de hoy o irán orientadas solo al éxito en sus preferencias?

Es probable que las respuestas más valoradas a los enunciados de los test que encargará el Gobierno Vasco para rescatar talentos, estén en la misma línea evaluativa pedagógica, filosófica y psicológica, que quienes califican en el informe PISA, con orientaciones empresariales trazadas por la OCDE, más dada a motivar por proyecciones a futuro……que por emociones del presente.

Seguro que ese informe, para nada revela el ambiente en el aula basado en los buenos principios para el trabajo compartido y no competido; ni el estado emocional medio de los alumnos, sus inclinaciones hacia el arte, la cultura y la música, como poso de desarrollo personal, fruto de aplicarse en humanidades; ni las carencias y excesos provocados por falta de educación nutricional, que nos sitúa a la cabeza de la UE en obesidad infantil, con enorme gasto sanitario.

De esta falta de empatía institucional, surge la dicotomía eterna: ¿incluir en el curriculo escolar estos puntos, es gasto o inversión? La respuesta nos debe llegar como siempre, de preguntarnos…. ¿a donde queremos llegar?

Una proclama incitadora a la complicidad entre maestro y alumno, la lanzó a primeros del siglo pasado el pedagogo Francisco Giner de los Ríos (1839-1915): “Los alumnos deben ir a clase a discutir y preguntar, a proponer, a meterse bien todos en camisa de once varas…..a poner en apuros al maestro”.

Hoy sería tildado de informal, subversivo y provocador, al ser una invitación a crear en el aula, un ambiente incómodo para el profesor-funcionario de hoy. Sin duda que ideal para muchos maestros de ayer; de esos que sabían que, igual -y no tan igual- no hacían lo que debían, pero sí lo que amaban. Creaban la inquietud en el alumno, como estímulo para que éste pregunte; incluso para que pida opinión al propio maestro, comprometiéndole sobre algo de su vida o experiencia personal, incluso íntima. Esta riqueza formativa, abierta a la complicidad generosa entre almas de la misma edad…es la educación humana.

Hoy el excesivo recurso a las tecnologías cerradas, ha atomizado el grupo e invidualizado el ambiente escolar, mermando la labor en equipo e iniciativas creativas, tanto entre alumnos, como para estos con el profesor y a la inversa.

Consciente o no, en lo mas profundo del alma adolescente….es desmotivador.

Así es, como la vocación holística de esa profesión “analógica” ha desaparecido Y muerta el alma poeta de aquellos maestros, la orfandad educativa de los niños occidentales, ya la sufrimos, traducida a que… “se nos enseñan muchas cosas, menos a pensar y a vivir”. Esta es la razón del fracaso escolar. Y aquí, debemos señalar como culpable mayor, a un sistema educativo… adoctrinador.

Desde primaria más motivados por lo audiovisual que por la expresión artistica ¿que ha sido del canto, baile, declamación, teatro, música, fábulas, cuentos, la mitología, la poesía, la escucha y el ocio introspectivo, el misterio…¡la magia!? Mi pasión por estas expresiones del alma, reclama sensibilidad para mantener la llama que traemos al nacer, pues los niños no nacen vacios y todo lo que sea “llenarles” a esas edades tan tiernas, hace apagar esa llama (inocencia) de saber y expresar curiosidad a un adulto, que solo está…….para acompañarles.

Aleccionados por la tecnología digital y llenado de información memorizada, en secundaria llegan las complicaciones. A sumar las propias de la adolescencia, para lo cual no tengo buenas experiencias personales……ni criterio evaluativo.

Estrené ambiente escolar a primeros de la década de los cincuenta, siendo la única forma de transmisión de información en corto, letras y números en pizarra de mano y lo oral, en voz y canto. Para la comunicación a distancia, el teléfono rindió al telégrafo, y con la aparición del telefax terminabamos el siglo pasado, con tecnologías alámbricas, amables y saludables…..en el ámbito civil.

Hoy, el pedagogo, señalaría a la excesiva presencia de lo digital en la escuela, como factor contribuidor al déficit de lectura, empobrecimiento del lenguaje en la conversación y dificultad a la hora de expresar pensamientos complejos o razonamientos filosóficos en nuestros jóvenes…y termina Juan Manuel de Prada: “Allá donde faltan las palabras, se muere la razón”…..por lo cual el pensamiento y la crítica están perdiendo terreno frente al dogma.

El maestro humano es como una fuente abierta, que contiene y transmite un saber basado en experiencias de vida. Bien conjugadas con sus conocimientos académicos, son el continente suficiente y el contenido eficiente, de un modelo edificante para la formación integral de sus alumnos. El maestro digital es cerrado como un garrafón, que cada período o ciclo de moda científica, se rellena de atractivos conocimientos, basados en descubrimientos reales o virtuales, pero siempre alineados a programación de elites. Sus excesos, desvirtuan la función docente, hasta invertir el desarrollo humano de esas tiernas mentes, para hacerles caer en el espejismo de…. creer que saben.

Como solución al binomio, la fórmula salomónica que llevan décadas aplicando con unilateralidad conductista y doctrinaria…..ha fracasado. “Tu verdad no, la Verdad; y ven conmigo a buscarla. La tuya guárdatela”. Antonio Machado como amante de la justicia y la verdad… nos la ofreció en bandeja de plata.

Aplicada para lo académico y lo médico, el mundo seguiría siendo mundo. Sí, pero a los humanos, ¡cómo nos cambiaría la vida!, si se atrevieran a apostar a favor de la Salud y la libertad de enseñanza….compartidas en bandeja de oro.

Para Giner, otro plato fuerte en ese menú del fracaso escolar, sería la refracción del pensamiento y agresión a la salud por estrés mental-visual y fatiga celular, producidos por el ahogo en ese mar de microondas Wiffi no ionizantes, en que están obligados a nadar nuestros escolares casi 8 horas al día, 5 días a la semana y 35 semanas al año en su aula, que junto al problema de la también agresión a la salud por agentes nocivos presentes en la fuente de agua al que acuden tantas veces en el recreo ……merecen capítulo aparte.

“Cambiar el mundo amigo Sancho, que no es locura ni utopía…sino Justicia.”

Restaurar el mundo, recuperando la joya genuina que traíamos como Pan bajo el brazo al nacer…. y que nunca nadie debería haberlo tocado, ni untado, ni troceado, en su pudor e inocencia.

Pan de vida, como libro del maestro interno, para guía de la conciencia y alimento de la inocencia.

”Dejad que los niños se acerquen a mi.”, dejad que la inocencia se acerque a mí. Todos inocencia, cuando el alma reverdece, pues esta……..no tiene edad.

NOTA DEL AUTOR: En honor, al eco del latido libertario que aún resuena en almas sensibles……así era el Maestro Benaiges.

Con su entrega y tesón, consiguió que sus niños olieran el mar de la ilusión en el azulado palpitar de la atmósfera en sus corazones.

Su cuerpo torturado, no impidió que su alma maestra volara intacta, surcando los dulces mares de la Luz. Hasta que ya en lo alto, paró, al Calor de sentir la acogida…. en los brazos del Maestro interno.