• Escrito por Teresita Ávila, colaboradora habitual de #EuskalNews
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“DAÑOS Y PERJUICIOS” (Parte I) – Teresita Ávila

¿Qué sucederá cuando las balas no reboten
Y los malos sean más fuertes
Y volar no sea tan fácil
Y conozcan nuestros planes?

Izal, La mujer de verde

Vencer es convencer. Más de dos años de batalla desigual contra el enemigo. Los tiempos y los medios están de su parte. Ocupan las tribunas de todas las instituciones. Apenas hay entre ellos un puñado de valientes que se atrevan a declarar en voz alta cuántos son ya los daños y perjuicios. Los europarlamentarios Francesca Donato (Italia) Cristian Terhes (Rumanía), Virginie Jeron (Francia), Sylvia Limmer (Alemania), Ivan Sincic (Croacia) y Christine Anderson (Alemania) son los rostros y las voces que representan la divergencia en contra de la narrativa. La fisura en el bloque granítico: Seis miembros del Parlamento Europeo realizaron una conferencia de prensa el 11 de octubre de 2022, un día después de que Albert Bourla, director ejecutivo de Pfizer, se negara a participar en el comité Covid y responder preguntas. Sin embargo, excepto en los canales y medios en los que habitualmente se difunde esta información, un silencio espeso se ha adueñado del resto. Ni una breve nota. Cero.

Estos días, Beatriz Talegón publicaba en Diario16 varios artículos las últimas tropelías de la mafia que mueve los hilos en la Unión Europea. Fiascos tan evidentes como Escándalo: Pfizer reconoce ante el Parlamento Europeo que la vacuna Covid nunca fue testada para frenar la transmisión del virus antes de salir al mercado y Pfizer Gate: el eurodiputado Mislav Kolakusic afirma que la compra de vacunas contra el covid es el caso más grande de corrupción de la historia de la humanidad. Y otro más, escalofriante por todo lo que implica: El exceso de mortalidad infantil llega al Parlamento Canario, tema que sí está siendo investigado en Escocia.

Dato mata relato. El analista Jose Gefaell publicaba el 26 de septiembre un hilo en Twitter, “Correlación no significa causalidad…, pero las curvas aplanadas no se ven gracias a las medidas en casi ningún país. El exceso de muertes por todas las causas sigue creciendo con fuerza en la mayoría. Y el exceso de muertes que no son de Covid también (tenga en cuenta la brecha entre el exceso de muertes y las curvas de Covid)”. No hay una explicación lógica frente al significativo aumento de muertes, como ocurre no solo en Europa. Añade Gefaell: “Lo mismo ocurre en diferentes países y continentes: en la mayoría de los países, las curvas de exceso de muertes por todas las causas no se han aplanado y continúan su progresión ascendente. Si las medidas hubieran funcionado, deberían haberse estancado hace meses”.

También en los primeros días de octubre se ha podido obtener el documento sin censura sobre el Acuerdo de Compra Anticipada (Advanced Purchase Agreement, “APA” -por sus siglas en inglés-) entre la Comisión Europea y la empresa Pfizer. Como recordarán los que han seguido la secuencia de los hechos, el 12 de enero del pasado año solamente se les proporcionó a los eurodiputados un documento con páginas enteras en negro (como escribí en “Juego sucio”). En un vídeo de noviembre, You call this transparency?, el citado Cristian Terhes mostró su profunda indignación al exponer la ausencia de compromiso de la Comisión con una información completa y veraz: “The difference between tyranny and democracy it´s very simple. When the government knows everything about us that´s tyranny. I know how it is to live in tyranny. When you know everything about your governement, that´s democracy” (Min. 4:08). Ahora, la documentación secreta ha salido a la luz gracias al Instituto Malone, que la ha dividido en dos archivos para su publicación, como puede verse en el vínculo. En la página 28 del primer archivo, se observan las firmas del contratista, Nanette Cocero -por parte de Pfizer– y de Stella Kyriakides -comisaria de salud y seguridad alimentaria de la UE-. Recomiendo que los lectores amplíen la información con la lectura magníficamente documentada y explicada por @manhattan_2 y @QuasiDixit.

Para ser rigurosos, ya en febrero, France Soir publicó el informe que la bioestadística francesa Christine Cotton había realizado a petición de un abogado con el fin de presentarlo en la Corte de Apelaciones de Quebec. Para ello, analizó toda la documentación publicada por Pfizer en Europa y USA, con la intención de comprobar si existían sesgos en los informes clínicos y planes de gestión de riesgos. Cotton “concluyó que no se podía confiar en los resultados del 95 % de eficacia anunciados por el gigante farmacéutico para su criterio principal, a saber, la primera aparición de covid-19 sintomático a partir de los 7 días posteriores a la dosis 2.

La misma investigadora, en otro jugoso artículo publicado en el mismo medio y fecha, Vacuna de Pfizer contra el covid: ¿Castex, Véran y las autoridades pusieron en peligro la vida de otros? Señala directamente a las autoridades francesas Jean Castex (Primer Ministro), Olivier Véran (Ministro de Salud y Solidaridad), Christelle Ratignier-Carboneil (Directora de la Agencia Nacional de Seguridad de Medicamentos), Dominique Le Guludec (Presidente de la Alta Autoridad de Salud), así como por médicos como Karine Lacombe, Gilbert Deray o Jérôme Marty, que venían a hablar de la eficacia de las vacunas contra la transmisión y el contagio.

Las personas antes citadas procedieron a afirmaciones perentorias sobre elementos que nunca han sido probados a partir de los documentos presentados por el laboratorio Pfizer a las autoridades, en ningún momento, ni antes ni después de sus afirmaciones. Hay un dicho legal que “el fraude corrompe todo”. Como resultado, estas personas han engañado a la población francesa y la han puesto en peligro.

El principio de precaución hubiera querido que las autoridades sanitarias hicieran preguntas, en particular sobre la metodología para determinar el punto final principal en los ensayos clínicos en los que se basan los cálculos de la eficacia vacunal anunciada, ya que es el uso general antes de comercializar cualquier fármaco. En este caso, con una enfermedad que se considera contagiosa y mortal en todo el mundo y que ha dado lugar a medidas de aceleración de ensayos clínicos sin precedentes, hubiera sido una buena práctica comprobar los resultados antes de iniciar una campaña de vacunación masiva.

Además, existe por tanto una total incongruencia entre los mensajes entregados por los ministros, los representantes de los organismos de salud y los médicos enviados a los platós de televisión (sin declaración previa de vínculos de interés), y los resultados de los estudios presentes en los informes, y sin embargo disponible en acceso libre. Se avecina un escándalo de salud sin precedentes.

Tras la observación y análisis de los datos obtenido del VAERS de los EE. UU., la única fuente que permite su descarga, el sólido trabajo de la investigadora le ha permitido concluir que “el 28% de las muertes registradas ocurren dentro de los tres días posteriores a la inyección, el 40% dentro de los siete días y el 67% dentro de los 21 días”.

Y siguen las jugosas novedades. A pesar del oscurantismo de los media -que no lo publica-, se ha conocido la declaración del expresidente de EcoHealth Alliance, Peter Daszak, respecto a la creación y financiación del coronavirus por Fauci en el laboratorio de Wuhan (@Dave73es). Este dato es de suma importancia, puesto que vendría a confirmar la veracidad de las aportaciones recogidas por quien esto escribe, en el artículo de enero de este año, “Crimen y castigo (Segunda parte)”.

Y como es de justicia hacerlo, es necesario recoger aquellos estudios, investigaciones y artículos que han ido confirmando una abrumadora cantidad de daños sistemáticamente obviados –omitidos, con evidente mala fe- y que, dado su alcance, no ha habido más remedio que admitir muy a su pesar. Entre los más evidentes, las alteraciones del ciclo menstrual preocupan sobremanera. Hace unos meses, una mujer, Mélodie, ebanista de profesión, fundó en Francia el movimiento “Où est mon cycle” después de su experiencia al perder su periodo tras la vacunación. Acompañada por su abogada Diane Protat, del Colegio de Abogados de París, el ginecólogo Laurence Kayser, y la diputada europea que la apoya, Virginie Joron, del grupo Identity & Democracy, la ebanista de profesión volvió sobre la difícil situación de estas mujeres de todas las edades. La frase “hay una voluntad de no saber” -que el ginecólogo Laurence Kayser pronuncia durante la reunión celebrada con los eurodiputados del Parlamento en Estrasburgo, el 4 de abril- resume a la perfección la falta de ética asumida desde posiciones científicas y la impotencia ante ese muro edificado sobre la incomprensión y el dogma. Tan solo unos meses después, el martes 19 de julio, la Agencia de Medicamentos (ANSM) solicitó a las mujeres que padezcan trastornos menstruales desde su vacunación contra el Covid-19 que los declaren en el portal del Ministerio de Salud. Y en septiembre, un estudio publicado en la página del Instituto Nacional de Salud (NIH) de los EE. UU. reconocía la relación entre la vacuna y la alteración del ciclo menstrual.

Los intranquilizadores datos sobre el visible aumento de muertes de bebés citados al principio de este artículo, bien pudieran tener que ver con la detección de ARN mensajero en leche materna humana, como publica JAMA Pediatrics. Beatriz Talegón se ocupó de ampliar la información en Diario16, a finales del mes pasado: Detectan trazas de ARNm en la leche materna de mujeres vacunadas. Los investigadores recomiendan no amamantar a niños hasta pasadas 48 horas desde la inoculación de la madre y esperan más estudios al respecto.

A mediados de agosto, una actualización en la web del gobierno del Reino Unido desaconsejando la vacuna contra el covid-19 en embarazadas y lactantes llamó la atención. La referencia que se halla en el párrafo 3.4 “Toxicología” dice:

En el contexto del suministro en virtud del Reglamento 174, se considera que en este momento no se puede garantizar suficientemente el uso seguro de la vacuna en mujeres embarazadas: sin embargo, se podría respaldar el uso en mujeres en edad fértil siempre que se recomiende a los profesionales de la salud que decidan descartar un embarazo conocido o sospechado antes de la vacunación. Las mujeres que están amamantando tampoco deben vacunarse. Estos juicios reflejan la ausencia de datos en el momento actual y no reflejan un hallazgo específico de preocupación.

Y avanzamos. Para quienes no lo recuerden, el caso de Brook Jackson, directora de Ventavia Research Group -la empresa que realizaba el ensayo de fase III de Pfizer, en Texas- ilustra perfectamente la maquinaria puesta al servicio de la FDA y de la farmacéutica:

En septiembre de 2020, Jackson envió por correo electrónico una queja a la FDA, informando a la agencia sobre las prácticas de investigación supuestamente peligrosas y de mala calidad de la compañía. La FDA no tomó ninguna medida con respecto a su correo electrónico y Pfizer siguió usando la empresa.

Ventavia la despidió después de que trató de exponer el presunto fraude, abuso y violaciones de protocolo que presenció durante los juicios.

Amparados por la calificación de “prototipo”, Pfizer pudo así eludir varios requisitos que las Regulaciones Federales de Adquisición exigen a los titulares de contratos: El contrato se otorgó bajo la disposición de “prototipo”, que cae bajo la OTA. Las reglas para los prototipos establecen que solo se debe cumplir una de cuatro condiciones. La condición que se cumplió en el contrato de Pfizer fue la participación de un “contratista de defensa no tradicional”.

A propósito de todo lo revelado por Jackson, la Dra. Naomi Wolf publicó en Substack un texto con un título que no deja indiferente: Dear Friends, Sorry to Announce a Genocide. En él, Wolf concluye que los documentos muestran que Pfizer (y la FDA) “sabían en diciembre de 2020 que las vacunas MRNA no funcionaban, que “disminuían en eficacia” y presentaban “fracaso de la vacuna”. Un efecto secundario de vacunarse, como sabían un mes después del lanzamiento masivo de 2020, fue “COVID”.

Pero lo más extraordinario -por evitar calificarlo como criminal- fue lo que sigue aquí:

Pfizer supo en mayo de 2021 que el corazón de 35 menores se había dañado una semana después de la inyección de MRNA, pero la FDA implementó la EUA para adolescentes un mes después de todos modos, y los padres no recibieron un comunicado de prensa del gobierno de los EE. UU. sobre los daños cardíacos hasta agosto de 2021, después de que miles de adolescentes fueran vacunados. [https://dailyclout.io/pfizer-vaccine-fda-fails-to-mention-risk-of-heart-damage-in-teens/]

Y ahora, un increíble golpe en la mesa. El Dr. Aseem Malhotra -quien había apoyado explícitamente la vacunación con la nueva terapia- tras la muerte de su padre fallecido a causa de unos trombos inexplicables -dada su condición previa, un hombre sano de 73 años- inicia una investigación que aclare los porqués. No hallando otra causa posible, y analizando otras muertes semejantes ocurridas en las semanas posteriores a las vacunas, este reputado cardiólogo británico ve una conexión muy clara entre la vacuna y el aumento de riesgos cardiovasculares. Cito el artículo de Beatriz Talegón en Diario16 en el que también puede el estudio publicado por Malhotra sobre la eficacia y seguridad de las vacunas de ARN mensajero: El cardiólogo Aseem Malhotra presenta su estudio, revisado por pares, sobre la eficacia y la seguridad de las vacunas ARNm: exige la retirada inmediata de las vacunas Covid-19.

Podemos hacernos una idea del estupor que le haya podido causar descubrir las intenciones ocultas, los inauditos comportamientos, la deshumanización de los poderes cuando revela:

«Lo que el público en general necesita entender es que el sistema actual, está empujando a gente buena a hacer cosas malas. Y la raíz del problema son las grandes y poderosas corporaciones que tienen mucha influencia en los gobiernos, en el sistema de salud, en los medios de comunicación y su principal responsabilidad es sacar beneficios para sus socios, no darles a ustedes los mejores tratamientos».

«Cuando usted comprenda esto, entonces, podremos comenzar a hacer algo para transformar el sistema.»

Señala que la manera de operar de estos poderes es «como psicópatas». «Son entidades psicópatas».

(…) «tenemos entidades psicópatas influyendo en la salud pública y esto se tiene que parar, y se tiene que parar ya».

Esta extensa -y exhaustivamente documentada- primera parte de DAÑOS Y PERJUICIOS termina con otra información reciente que aún está causando revuelo, el Dr. Joseph A. Ladapo anunciaba la aparición de una nueva guía con respecto a las vacunas de ARNm: El Cirujano General del Estado, Dr. Joseph A. Ladapo, emite una nueva guía para la vacuna contra el COVID-19 de Mrna. El Departamento de Salud del Estado de Florida ratifica de esta manera el elevado riesgo -un aumento del 84%- de sufrir algún evento cardiaco en el grupo de hombres de 18 a 39 años en los 28 días posteriores a la vacunación con esta técnica.

Como dije al principio de este artículo, vencer es convencer.

Teresita Ávila