“Moralidades” – Teresita Ávila
- Escrito por Teresita Ávila, colaboradora habitual de #EuskalNews
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“Moralidades”
Y no sé por qué extraña asociación de ideas se me aparece -como el fantasma del padre de Hamlet- el nada convencional Jaime Gil de Biedma y me recuerda estos versos. Puede ser que haya un misterioso vínculo entre las almas descarriadas e imperfectas que, sin embargo, poseen esa extraña clarividencia y necesidad de soltar las verdades del barquero cuando lo requiere la ocasión. No es octubre, sino febrero de 2023. A buen seguro el Gobierno -que no se merece esta mayúscula- estará preocupado por las cosas que le puedan venir mal dadas. Si conocieran la decencia… Ay, qué distinto escenario tendríamos ante nuestros ojos. Habrá que verlos -murmurantes, nerviosos y aplicados con fatigosa entrega- al ejercicio de la limpieza de la basura amontonada. No hay alfombras suficientes para ocultar el volumen de desecho, ni escombrera remota a la que trasladarlo. Asoma, hiede y ofende. La fraudulenta casta ha abusado de la confianza depositada en ella por el pueblo. Décadas de sumisión ante fallidos amos, abusones, matones de pueblo, de villorrio, producen esto. “De esos barros, estos lodos”. Alcapones disminuidos. Chulillos, en fin, que no tienen ni media -hablando en plata-. Y por no tener tampoco, cien años de honradez.
En tiempos de penitencia, no estaría de más un acto de contrición y, ¡qué menos!, devolverle al respetable y honrado pueblo (que paga la juerga) el dinero que con tanto esfuerzo y sudor de su frente -la del pueblo- los sinvergüenzas y macarras se han gastado en putas, en farlopa, y en güisqui del bueno. “Saca el güisqui cheli para el personal, que vamo´a hacer un guateque”. Lamerones. Mataos. Muertos de hambre. Palurdos.
Poco más que añadir. No merece desperdicio de tinta -ni espacio en este digital- la proterva y asquerosa banda de facinerosos -hoy de este color, mañana del siguiente, del pasado también tenemos memoria- al que le importa un pimiento la ciudadanía (como dicen cuando van de mitin o les ponen el micro delante de sus narices). Quizá por ser tan animales, tan acémilas y tan primitivos, los pobres diablos defienden a los suyos, es decir, a los animales verdaderos, con los que comparten inquietudes muy básicas (les ahorraré la enumeración, porque se me entiende).
Con infinito asco, con desprecio, sin respeto.
Teresita Ávila
No tienen perdón de Dios y tampoco el nuestro. El Estado Autonómico es Saturno comiéndose a sus hijos. España se ha convertido en Isla Tortuga. Coincido: asco, desprecio y ningún respeto. ¡Mal dolor les dé!