“La Inocencia perdida” (1 de 2) – Iulen Lizaso Aldalur
Escrito por Iulen Lizaso Aldalur, caminante del pensamiento
“La Inocencia perdida” (1 de 2)
“Quien cree que sabe o dice saber, que se ponga a la cola”.
Cuando lo escuché a una buena amiga y bella castellana, deduje que, si los humanos fuésemos auténticos, sencillos y sinceros consigo mismo, además de alejarnos de esa parte de sociedad encumbrada, tecnocrática, recalcitrante y vanidosa, nos reubicaríamos en los puestos de la cola del saber de la vida. Al dejar de dar de lo que no tenemos, con solo lo propio……..nos completaríamos.
Más que nunca, hoy se da lo inverso. En particular en quienes ostentan mando, fama y “predicamento” en el ámbito que fuere, y consiguen hacernos creer que nos son indispensables. ¿Qué y quién dentro de cada cual permite que sea así? Esa dependencia y falta de autenticidad ¿a qué se debe, si nacemos con su plenitud al expresarla desde el pudor y la inocencia? ¿En base a qué hecho se nos incrustó esa memoria ajena de ira violenta machista, manifestada hoy contra la mujer? Hay mucho relato y “basta ya”…pero muy poco diagnóstico.
Conocemos los cambios y transformaciones fisiológicas a lo largo de nuestra vida: el nacer físico y gatear, levantarnos erguidos y caminar, el despertar de la sexualidad y “gozar”, el fallecer (que no morir) y despertar. Pero sabemos poco de la correspondencia de cada paso, con el cambio psicoespiritual que a la vez se da. Aún menos del “paso cero”, asimilado a inicio de nuestra existencia, sin reparar en que ya éramos antes de la concepción dentro de un cuerpo madre.
Todo regalado. Nuestra madre, la de cada cual, nos recibe, aloja y desarrolla en su seno, hasta el alumbramiento. Dados a luz, la madre Tierra, la de todos, nos regala, el espacio que ocupamos, la memoria evolutiva que respiramos y el alimento vivo, para caminar en simbiosis perfecta con el alma del planeta.
Pero, ¿porqué a pesar de heredar tanta memoria maternal, la humanidad sufre más des-madre que nunca? A tenor de hechos de violencia creciente contra la mujer y el planeta, se deduce que, una gran mayoría, se deja regir por la copia madrastra; anticonciencia des-almada, que elige partir en dos a la criatura, antes de que su auténtica conciencia alma-madre la preserve intacta en pudor.
La Bella original y la bestia invasora (noche) dentro de cada cual; pero ¿cómo se alojó en nosotros? Partido en dos y desde solo nuestro hemisferio lúcido (día), nos cuesta descifrar la similitud de esos cuatro pasos con los pasos del planeta y sincronizarnos a su ritmo. Pasos que ya los pudo haber terminado, hasta que paró y al cambiar de giro, va de vuelta……..¿a nuestro reencuentro?
Ese desfase y retraso evolutivo respecto al ritmo del alma del planeta, hoy se agudiza. Tecnologías que distorsionan la radiación cósmica natural que fluye en sinergia entre la Tierra y el Sol, se interponen masivamente con elementos radioactivos y químicos en la atmósfera y sobre la tierra, modificando el ciclo del Calor y del agua. Hecho de anticonciencia, que interfiere gravemente la Memoria evolutiva del planeta y sus criaturas…..a un coste espiritual muy alto.
Hoy, nuevos elementos disfuncionales, perturban gravemente ese flujo vital, dificultando a la humanidad reencontrarse con su raíz-madre original y poder enlazar con su Eslabón perdido, que hoy más que nunca, se hace indispensable para reconstruir nuestra existencia. Integrar esa Memoria cósmica en nosotros, conllevaría evolución y avance desde los puestos de cola, hasta ir alcanzando el paso del planeta y la Inocencia…..completarnos en la copa del árbol humano.
La “hiedra” científico-mediática de este occidente mercader que controla todo lo creado por el hombre, hoy mas que nunca domina, con el afán de también asfixiar el tronco del árbol de la Ciencia de la Existencia. Parasita las mentes (robotiza), anulando el discernimiento y libre albedrío, creando antimemoria con la pretensión de abducir e inducir ideas y voluntades por control remoto.
Llevado al terreno reivindicativo por cercanía y puntualidad, el control derivado de la privatización del agua (vector de medicación) y el control de la educación por invasión de la “autoridad” escolar, en materia de deformación-promoción de la sexualidad en nuestros niños, exigen mayor compromiso social. Ambos tienen que ver con la salud integral (cuerpo-mente-espíritu). Dos cuestiones un tanto invisibilizadas (el aula como depósito de niños y los depósitos de agua como aula de salud o enfermedad) en su medio, pero dos problemas con consecuencias muy visibles en una sociedad hipersexualizada e hipermedicada.
Los niños no se tocan y su mente no se trata como al agua del depósito. Desde ser manantial y arroyo, se les acompaña como hace el cauce con el río, sin canalizar su inspiración propia hacia ideologías de la Agenda. Fluir como el río que crea su cauce y cada gota elige su curso, en un lecho madre……inspirador.
La consecuencia en el alma del planeta y conciencia evolutiva de las personas, hoy tienen como causa, la degradación vital y espiritual, al manipular y vaciar con desprecio sus fuentes íntimas de energía. Al tomar decisiones contrarias a la economía circular de la Biosfera, cabe preguntar a esa comunidad científica dogmatizada: ¿qué saben de la función de la energía fósil, herida y repercusión en el interior de un planeta madre, al desangrar al alma extrayendo su petróleo? A esa “autoridad” educativa, que impone programas formativos ajenos a materia escolar y al margen de la autonomía del centro y padres, de la soberanía comunitaria y del pudor de los niños, cabe preguntarle: además de su función externa reproductora en pareja, ¿qué sabe de la función de la energía sexual en el crecimiento interno del ser y para su evolución individual?
Quienes diseñan esas agendas, sí saben que es lo que lleva al exterminio del Alma-madre del planeta, como también a la orfandad de la humanidad. Asumir el acceso de la ignorancia a cargos de responsabilidad política, es colaborar.
La autocensura ciudadana por miedo a ser señalados…..refuerza esa situación.
No siendo fuente de ciencia, intuyo que, si de ambas energías conociéramos su función esencial, hoy para nuestros desplazamientos de un extremo al otro del mundo, prescindiríamos de toda la tecnología de combustión fósil extraída de las entrañas de esa madre y que tanto enturbia la luz de su Memoria respirable
Así mismo, para nuestra comunicación hasta con el último confín del mundo y más fácil con los aún no contactados, desde la Emisora de energía contenida en esa Fuente interior creadora de Vida, conseguiríamos comunicarnos, prescindiendo de todas esas tecnologías de microondas inalámbricas, que hoy tanto perturban el natural flujo Tierra-Sol, al igual que dificulta unificarnos como seres individualizados.
Humanidades que nos precedieron, al no desarrollar memorias artificiales, ni de anticiencia ni de anticonciencia, se comunicaban a través de la telepatía. Conservaron los talentos que traían como pan debajo del brazo (corazón) al nacer, caminando con espíritu erguido y no agachado al servicio de terceros.
Al discernir con lucidez, manifestaban inteligencia relacional. Base educativa de convivencia bajo esa copa del árbol de la ciencia de la felicidad para la Tierra
Hoy, ante semejante penuria relacional, se hace imprescindible descubrir la causa de esa gracia. Aun solo por razones humanitarias y freno, deberían obligarse a incluir en secundaria, filosofía práctica y urbanidad. Difícil encaje silvestre, en una sociedad titulizada desde disciplinas académicas dogmáticas, y protocolizadas (psiquiatría, antropología, microbiología, medicina, farmacia, derecho, teología, economía, etc.), implantadas por estamentos públicos mercantilistas y deshumanizados. Con gobernantes lucrándose de lo público desde su grupo privado (partido político) ligado por interés económico, sectario y amiguista, a quienes hasta hoy orientaban las políticas y hoy las imponen al trazar los destinos humanos, desde esas agendas groseras de la élite mundial.
“La Filosofía no es servil” (Aristóteles) Arrinconada en el baúl del olvido a costa del fomento académico de lo político y económico, nuestro fracaso en el arte de aprender a vivir desde la premisa aristotélica: ni placer ni interés, dice a las claras que, despreciar el pudor de la infancia es la mayor ruina civilizatoria.
La clave del éxito estriba en ser dueños únicos de nuestros pensamientos. En que nuestra mente esté ocupada solo con lo que elegimos madurar como fruto propio. Madurados en esa copa del árbol humano e inspirados por la Savia que brota desde la raíz Madre de un corazón mas noble que el pan. Esa inocencia es nuestro Pan, el fruto codiciado por esa bestia……que enraizó como “hiedra”.
“La vida es sueño” nos recordó Calderón de la Barca. Saliendo del desierto de la noche oscura (alegoría de la Caverna de Platón) en donde la bestia, el ruín, nos mantenía dormidos sin evolucionar, hoy la humanidad siente un tiempo del despertar. Tres episodios bíblicos ilustran, la envolvente interpretativa de este momento terrenal: el juicio de Salomón y las dos “madres” pugnando por una misma criatura; la travesía del desierto, apertura del Mar Rojo para el paso del pueblo esclavizado y cierre de las aguas para la elite perseguidora; la Torre de Babel, vanidad de vanidades y el también fracaso de esta tecnoescalada sin fin
No hay razón para el desaliento, ya que siendo parte de un Todo, ni estamos solos, ni la Verdad se desvanece. Espera manifestarse, cuando los humanos, uno a uno, como alumnos de Ella……….consigamos crear nuestro propio Pan.
Maravilloso encaje que dice, lo que tiene que decir, con la suavidad del amor. Y bien completada por el video.
Un abrazo