Ya va quedando más claro por qué en la mayoría de los centros hospitalarios los médicos tragan, asienten y colaboran con el oficialismo, sobre todo en el tema de las vacunas.

Resulta que según informan varios rotativos galos, en Francia las aseguradoras permiten a los médicos elegir entre cobrar por los servicios prestados o en función de un canon fijo. En otras palabras, que el factor monerario entra en juego a la hora de prestar sus servicios.

Así pues, las consultas vacunales obligatorias previas a la inyección del medicamento facturan a 44,60 euros por candidato el sábado y el domingo, y 25 euros el resto de la semana. Hasta ahora existía una tarifa plana de 420 euros por 4 horas entre semana y 460 euros el fin de semana, tal y cómo informamos en su momento.

Y el dinero no es poco, ni mucho menos. Si funcionan a un ritmo de 20 consultas por hora durante la semana, algunos médicos pueden recaudar 2.000 euros en cuatro horas. Casi 5 veces más que una sesión de precio fijo y casi 8 veces más si es durante el fin de semana. Ahí tenemos el truco.

Así mismo, hay una tasa de 5,40 euros para registrar a cada paciente en el registro público de vacunas. En total, un médico puede recaudar 4.000 euros durante un turno del fin de semana y si inyecta él mismo, 9,60 euros más por cada dosis. Aunque es cierto que no todo el mundo puede inyectar a 20 pacientes por hora, pero en un centro de vacunación no bajan de 15. En otras palabras, que se forran.

Redacción de euskalnews.com