“El poder de la bata” – Aitziber Mondéjar
- Escrito por Aitziber Mondéjar
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EL PODER DE LA BATA
Las formas tienen importancia. Yo no lo dudo. Cualquier buena obra de arte, de esas que sobreviven al paso del tiempo, mantiene un equilibrio entre contenido y forma.
Mi abuela solía decir: “No solo hay que ser decente, sino también parecerlo”. Aquellos hombres y mujeres mantenían todavía en la cúspide de su ranking de valores “el ser”. El segundo del pódium era “el parecer”.
Durante estas últimas décadas, los valores de la sociedad han ido cambiando, la forma se ha ido vaciando de contenido y los símbolos han adquirido más poder que los objetos que representan. En esta estructura de competencia constante, que se inocula desde que uno adquiere conciencia y se va perfeccionando con el adoctrinamiento recibido en las instituciones educativas, vamos acumulando símbolos y construyendo nuestra identidad en torno a ellos. Unos se apoyarán en la acumulación de objetos materiales, otros en sus méritos deportivos o estéticos, otros en sus títulos académicos… y muchos perseguirán sus símbolos de poder durante toda su vida, sin éxito.
Desde hace un tiempo, cualquier vendedor que se precie sabe que tiene que cuidar su imagen. Todos los políticos cuentan con asesores de imagen que saben que la apariencia está por encima de la esencia. Nos venden un discurso, unas ideologías que solo se sostienen en el plano de las ideas. Unos lo harán vestidos de traje, otros de pana y otros con coleta. Los uniformes diferencian a los representantes del orden, de los ciudadanos de a pie y les ofrecen un plus de seguridad en su trabajo, aunque ese trabajo consista en violar los derechos de los ciudadanos y sea inconstitucional. En el hospital, los colores de las batas establecen el ranking de poder. A los de la bata blanca nadie les tose, ni les sopla y menos ahora que han sido elevados a la categoría de super héroes.
Hoy he visto a una mujer con bata blanca de médico fuera del hospital. Iba tan estirada que casi no tocaba el suelo. No me ha dado tiempo a ver si la gente le aplaudía a su paso. Poco importa si esa persona es buena en su trabajo o es mediocre, no importa si ejerce la medicina por vocación o simplemente por dinero, aplicando protocolos sin reflexionar en las consecuencias de los mismos. Lleva bata blanca y eso, ahora, la coloca por encima del común de los mortales.
Las sucesivas crisis que vivimos a lo largo de nuestra vida son una oportunidad para recolocarnos, para sacudirnos las etiquetas que asfixian “el ser”. Con el tiempo, uno aprende que el verdadero rico no ostenta de dinero, el verdadero sabio no hace gala de su sabiduría y la belleza auténtica no necesita adornos. Como diría mi abuela, “el hábito no hace al monje” y tampoco una bata blanca te hace buen médico, por muy estirado que camines con ella.
Y tanto. Como que si deciden ir a operar por la tarde, lo cobran todo como extra, se sacarán limpios sus buenos 800 euros.
Se están forrando estos médicos. Padecen una brutal adicción por el dinero. La Tiranía lo ha tenido muy fácil para utilizarlos contra la gente. Sabe que su punto débil es la codicia.
Lo de las batas blancas tiene un efecto psicológico de infundir “verdad” “científica” ya desde antes. Mirad todos los anuncios de la tele así. Nuestros amigos agenderos de Finish, cuando no nos están recordando que el agua se va a acabar (XD de la mano de “acabemos con este hábito” y “#PorUnMundoConAgua), nos dicen con bata blanca y voz de seta condescendiente que “es que no todos los productos son iguales”. Claro que no, el tuyo es más caro, hijo de puta XD. Los de Lysol subidos al carro de los virus y las bacterias a lo loco ahí, dándole vueltas a la camiseta en el aire cual lazo vaqueril, ahora nos dicen con bata que podemos meter virus y bacterias en casa en nuestras prendas, como buenos especuladores de mierda que ganan a costa de la histeria y la retroalimentan. Claro que tus prendas pueden tener virus y bacterias… muertos (vale, desnaturalizados) en el 99,99% de los casos, porque digo yo que entraras con la ropa seca a casa, y si ha llovido, poca hostia de virus y bacterias vas a coger de la lluvia… cómo no estuvieran por el aire de fiesta… Eso sí, si eres de bañarte en el río o el mar con la ropa puesta, alguno traerás, recuerda… ¡No lamas la ropa! O usa Lysol, hombre, quédate tranquilo XD
La nueva dogmática se sostiene en las batas blancas , han desbancado a los de las casullas en intransigencia y ánimo codicioso y mira que la puta de Babilonia era y es codiciosa , tartufa y falaz , entre otras muchísimas cosas malísimas.