• Escrito por C. MM
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Carta abierta a la Real Academia de Cine española

Hace muy poco se han celebrado los premios Goya y han sido justo lo que yo me esperaba. Una pasarela de hipócritas, millonarios algunos, otros simplemente acomodados,  que enarbolan la bandera de la izquierda, con el propósito de legitimarse per sé en un ejercicio de cobardía y falta de integridad y de honestidad brutales, encantados de conocerse y de transitar sus vidas por lodazales de excremento mientras practican la auto complacencia sin conectar con sus miserias, que prefieren proyectarlas sobre aquellos que podrían evidenciar su farsa. 

Su supuesta y fingida sensibilidad no es otra cosa que auto complacencia. Es el “No moleste, facha” a todo el que ose reflejar sus enormes contradicciones y, por tanto, su total falta de humildad y de amor por sí mismo y por el prójimo.  Es evidente que, lejos de practicar la introspección y la coherencia, practican el apego a una falsa imagen del yo mientras gozan de todos los privilegios. 

A tenor de lo observado:  su total falta de crítica al gobierno más criminal y totalitario que he vivido, se extrae que todavía no se han enterado esos cretinos, que presumen de sabidillos y sensibles, que España y nuestra civilización está de luto, lo que habría exigido de un negro riguroso en esa gala y de rostros sepulcrales. 

España y el mundo están de luto, si, cuando la llama de lo civilizado e ilustrado  se apaga y el  totalitarismo avanza imparable, gracias a  los gobiernos títeres de unas élites avariciosas, psicópatas, sociópatas y megalómanas que esconden su verdadero rostro al mundo. Esos gobiernos están conformados por sujetos de toxicidad inconmensurable, por absolutamente dañinos, carentes de toda vocación democrática, de ideología, de principios y escrúpulos morales, cuya esencia no es consustancial al acto político y cuya vocación es meramente egoísta y ataca los principios más elementales de cualquier sociedad mínimamente ilustrada, racional, ética y espiritual.

Se da el caldo de cultivo ideal para que este atentado contra la salud, los derechos humanos y el sustento, económico a la par que espiritual, de los ciudadanos prospere: la de la sociedad más frívolamente estúpida y menos introspectiva y profunda de la historia, una sociedad incapacitada intelectual y moralmente  en la que los oportunistas sin escrúpulos hacen su agosto, bajo el auspicio del prestigio que les dan los medios de comunicación corruptos, que son la inmensa mayoría. 

Digo NO al cine español con todo el pesar de lo que pueda perderme. Tengo claro quiénes son mi patria y a quiénes me debo: a todos los ciudadanos del mundo honrados, honestos y conscientes, que buscan la verdad y que creen en su fuerza de trabajo, contribuyendo a hacer del mundo un lugar mejor en el que el cuidado de la salud de los ciudadanos desde un punto de vista integral u holístico y de  la naturaleza son una prioridad. No apoyaré a aquellos que dan alas y oxígeno a Gobiernos criminales y totalitarios que venden sus países a cambio de obtener estatus, poder y prestigio.

Firmado: C. MM