• Escrito por Jon Ander Etxebarria, ex Decano del Colegio de Biólogos de Euskadi
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Una pandemia que ha eliminado el sentido identitario y crítico de un pueblo

El Sr. Lehendakari junto con los medios de comunicación y la cooperación inestimable de los partidos políticos del arco parlamentario de Gasteiz, no solo ha conseguido el que nuestro pueblo quede en el más absoluto ridículo sino que ha llegado con su actuación pandémica a extremos insospechados.

A día de hoy y por acuerdo del Consejo Interterritorial de Sanidad la mascarilla en el exterior deja de ser obligatoria, y, en este Consejo nuestro Lehendakari ha vuelto a dejarnos a los vascos a un nivel más bien nulo de lo que debe ser el pensamiento crítico y la identidad propia de un pueblo.

El Sr. Lehendakari es el único Presidente que se abstiene en el tema de las mascarillas en el exterior frente al resto de Presidentes que apuestan por quitarla. Y el problema no está en que el Sr. Lehendakari se abstenga, el problema se centra, en primer lugar, en que si el Sr. Lehendakari tiene en su mano estudios científicos que avalen que hay que utilizar la mascarilla en el exterior sería lógico que defienda esta postura, pero la realidad es que no los tiene, como al igual que en el asunto del pasaporte covid se lo ha hecho ver el TSJPV y en segundo lugar, que si defiende esa utilización en el exterior su abstención es propia de una total cobardía, donde la figura de Lehendakari la deja en un mal lugar ante el resto del estado.

Pero el Sr. Lehendakari junto con los medios de comunicación y la cooperación inestimable de los partidos políticos del arco parlamentario de Gasteiz, no solo ha conseguido el que nuestro pueblo quede en el más absoluto ridículo sino que ha llegado con su actuación pandémica a extremos insospechados de la inoculación del virus neuronal del miedo en la población vasca como se puede apreciar por la cantidad de gente que no necesitando llevar la mascarilla en el exterior sigue llevándola o como ocurrió en las navidades con la histeria colectiva de los test para ir a una cena familiar.

Sr. Lehendakari si su objetivo era desestructurar la sociedad vasca, que la identidad de un pueblo se base en la cultura del miedo y de la falta de sentido común, ser soberano pero de manera que esa soberanía no se basase en el empoderamiento del pueblo vasco y si en ser cada vez más un pueblo timorato y adocenado, lo ha conseguido.

Sr. Lehendakari, kanpora mesedez, y no porque democráticamente Vd. no sea legítimo Lehendakari, sino porque con su actuación está desprestigiando una figura que para los vascos sean del color ideológico que sean está por encima de lo que debe ser la política al uso. Sr. Lehendakari, es su actuación la que está desprestigiando esa figura, y con el fin de ser justos, le diré que en su propio partido ha habido un cargo muy alto de la administración que no se ha destacado por infundir e inocular el miedo durante esta pandemia y decir claramente que la mascarilla en el exterior se debería quitar justo antes de su abstención que bajo su sentir no deja de ser nada más que una cobardía.

En cuanto a los partidos de la oposición hay que decir que todos han sido copartícipes de este despropósito más absoluto acontecido con esta pandemia, los partidos de derecha y ultraderecha estatal sólo se les oye la voz cuando se ponen encima de la mesa temas de tipo identitario y sobre todo cuando se quiere proteger una lengua propia como es el euskera. Elkarrekin Podemos ha navegado durante toda la pandemia en un magma de inhibición donde en ningún momento se han acercado al sentido común ni a establecer un mínimo sentido crítico de lo que a nivel de ciencia estaba ocurriendo durante esta pandemia, para llegar al extremo de traicionar su Biblia ideológica como es la Constitución, la cual la han trasgredido de forma reiterada durante estos dos años haciendo perder toda la credibilidad en su discurso político.

Para los vascos un cooperante esencial del PNV y del Sr. Lehendakari en esta inoculación del virus neuronal ha sido EHBildu, coalición que ha desaprovechado una oportunidad única durante esta pandemia abandonando el sentido común. Los criterios de la duda razonable que siempre lleva implícita la ciencia, y la posibilidad de haber apostado por una verdadera soberanía de nuestro pueblo con medidas totalmente diferentes al resto del estado y más cercanas a las llevadas a cabo en países del norte de Europa en vez de haberse posicionado en una situación, en algunos casos más estricta que la de los propios jeltzales, donde se ha favorecido la apuesta de la inoculación neuronal del miedo confundiendo reivindicaciones sociolaborales de los sectores más afectados por la pandemia como son el sanitario y el educativo, los cuales ya presentaban déficits antes de la llegada del virus, con un posicionamiento de potenciar en vez de debilitar a nuestro pueblo donde, entonces si, esas reivindicaciones serían la consecuencia del análisis que se debería haber realizado donde la solución más que de salud pública era de planificación sanitaria, pero:

• ¿En algún momento se han posicionado contra el miedo a la enfermedad que han demostrado los sanitarios durante esta pandemia?
• ¿En algún momento se han posicionado de forma crítica contra los abusos que se ha hecho en la sanidad con los pacientes y, en especial, con los acompañantes donde parece ser que la protección era tener un pasaporte covid?
• ¿En algún momento se han posicionado de forma clara contra este pasaporte?
• ¿En algún momento se han posicionado de forma clara contra la inoculación de los menores?
• ¿En algún momento se han posicionado de forma clara contra los profesionales de la enseñanza por haber admitido el trato inhumano que se les ha dado a los pequeños en las ikastolas y escuelas?
• ¿En algún momento se han posicionado de forma clara contra el chantaje que ha supuesto el pasaporte covid cuando supuestamente la vacunación no era obligatoria?

Toda esta falta de posicionamiento es una falta de posicionamiento frente a la restricción de derechos y libertades de nuestro pueblo por lo que al aceptarlo y ser colaborador de dichos atropellos democráticos lo que han conseguido junto con los jeltzales es que nuestro pueblo sea soberano, pero con una soberanía mal entendida, que lo único que ha supuesto es que esa soberanía esté basada en la falta de libertades, destrozando el concepto más esencial de lo que se debe considerar soberanía que no es otra cosa que autogestión y respeto a las libertades de un pueblo.