EL CAOS ORDENADO – Alberto García Freire
- La opinión de Alberto García Freire
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EL CAOS ORDENADO
Este título nos puede sugerir un aparente caos que en realidad sigue un orden, o también que alguien ha dado la orden de producir una situación caótica… o ambas cosas.
Hay quien piensa que las situaciones que se han producido en la plandemia son fruto de la incompetencia y la falta de previsión o de experiencia. Incluso los que expresan este punto de vista tendrán que reconocer que la confusión y el aparente descontrol acaban beneficiando siempre a unos pocos (casi siempre los mismos, por cierto) y fastidiando a la mayoría.
Quién no considere que hay una planificación en los tiempos que vivimos, tendrá que admitir el extraordinario poder de la casualidad. La caótica casualidad podría titularse el artículo.
La confusión puede surgir de algunos términos que utilizamos.
Podemos decir que una persona “dormida” es aquella que, ante una pantalla, cree todo lo que dicen los mensajeros oficiales y actúa en consecuencia.
Pero también podemos decir que una persona “despierta” es aquella que, ante una pantalla, cree todo lo que dicen los mensajeros alternativos que le inspiran confianza y actúa en consecuencia.
Me da la impresión de que pasamos de creer la información oficial ciegamente a cuestionarla de forma total, al mismo tiempo que empezamos a tomar por ciertas las versiones alternativas sin pararnos a reflexionar si son coherentes.
Quizá todos dormimos, aunque lo hacemos en habitaciones distintas.
También pueden crear confusión algunas propuestas.
Hay quién aboga por la unión de la disidencia.
En mi opinión, el concepto de unión es igual de peligroso que el de igualdad. Ambos dependen de la asimilación o la imposición de un pensamiento único.
Considero que el principal problema de las relaciones sociales es la falta de respeto entre las personas. Independientemente del género o la raza, nos hemos perdido el respeto como seres humanos.
Para mi, las palabras adecuadas para buscar soluciones son respeto y colaboración. Son condiciones indispensables para construir algo que perdure en el tiempo. Por tanto, opino que habría que buscar formas de colaboración admitiendo y respetando nuestras diferencias.
Ante determinados problemas de la sociedad se piden normas más estrictas, endurecimiento de las leyes… Son cosas que pueden funcionar en algunas situaciones, pero si aspiramos a un futuro donde la convivencia sea cada vez mejor tendremos que educar a los niños para ello. La infancia es la etapa en la que será más efectiva la transmisión de esos valores que nos parecen básicos para mejorar las relaciones humanas. En esto los programadores del cambio social nos llevan mucha delantera… y su intención no es un futuro mejor para la mayoría de la población.
Para luchar contra el caos estaría bien poner en orden nuestros pensamientos y nuestras ideas. Hoy en día es algo muy difícil, por supuesto, y algunas cosas nos parecerán utopías.
Hace años leí, en una publicación dedicada a las utopías, algo que me pareció muy acertado. Una utopía es un horizonte hacia el que caminar, nos indica el camino a seguir. En estos tiempos de tribulación quizá sea eso lo que necesitamos.
Vaya, por fin un artículo con verdadero pensamiento crítico.