• Escrito por Alberto García Freire
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LA HEBRA EN EL OJO DE DIOS

¿Quiénes somos? ¿De dónde venimos? ¿A dónde vamos?
Quien conozca a la banda Siniestro Total quizá empiece a tararear una canción.

Hay diferentes explicaciones para esas preguntas. Desde las más materialistas hasta las más místicas. Desde las más simples a las más fantásticas. Las religiones suelen ofrecer respuestas para esas incógnitas. Espero que nadie se ofenda, pero desconfío de todas las organizaciones religiosas, a la vez que respeto las creencias que cada cual pueda tener a nivel personal. Yo mismo tengo unas creencias. No necesito para ello iglesias ni religión. Según esas creencias, estamos aquí para conocer la experiencia de existir como seres humanos en un entorno material, con todas las consecuencias que de ello se derivan.

¡La materia no existe! ¡Todo es energía!
Bueno, podríamos decir que el hielo no existe… ¡Es agua congelada!

¡Todo es una ilusión de la Matrix!
El cuerpo humano parece especialmente preparado para percibir el entorno de una determinada forma. Puede ser que un árbol en flor en primavera mecido por la suave brisa sean sólo partículas en un determinado nivel de vibración, pero resulta agradable para los sentidos. Aunque los alérgicos podrán imaginar situaciones más placenteras. En otro extremo, cuando notamos un retortijón de barriga, puede que sea una ilusión muy bien elaborada, pero hay algo que pide paso y hay que dejarlo salir. En este caso, tras la expulsión de la supuesta materia también podemos decir que viene una sensación agradable. Sabrán disculpar esta comparación.

Ha habido y hay quienes buscan diferentes niveles de percepción, más elevados se supone. Pareciéndome una búsqueda respetable y sin conocer debidamente tales prácticas, hago la comparación con alguien que va al cine y en vez de atender a las imágenes, el sonido y el argumento que se va desarrollando, trata de percibir los cables, los circuitos electrónicos y los impulsos eléctricos que son los que crean la ilusión.

Cada ser humano seguirá su camino y experimentará como mejor considere. Aquí dejo mi opinión personal y totalmente subjetiva. Unas humildes reflexiones que pueden crear, quizá, una pequeña perturbación. Como una hebra en el ojo de Dios.

Alberto García Freire