“Narrativa” – Teresita Ávila
- Escrito por Teresita Ávila, colaboradora habitual de #EuskalNews
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“Narrativa” – Teresita Ávila
“And who knows which is which and who is who
Up (up, up, up, up)
And down (down, down, down, down)
And in the end it’s only round ‘n round (round, round, round)
Haven’t you heard it’s a battle of words”
(Y quién sabe cuál es cuál y quién es quién
Arriba (arriba, arriba, arriba, arriba)
Y abajo (abajo, abajo, abajo, abajo)
Y al final es solo una vuelta y una vuelta (vuelta, vuelta, vuelta)
¿No has oído que es una batalla de palabras?)
Us and Them, Pink Floyd
Recuerdo la conmovedora escena de la biblioteca de la película El cielo sobre Berlín (Win Wenders, 1987)en la que el anciano que representa a Homero, contemplando la maqueta, reflexiona:
El mundo parece estar hundiéndose, pero yo sigo narrando su historia como al principio, con la voz cantarina que me sostiene, salvado gracias a esta narración del caos del presente y protegido para el futuro. Se acabó divagar como antes yendo adelante y atrás a través de los siglos, solo puedo pensar de un día a otro. Mis héroes ya no son los soldados ni el rey, sino las cosas de la paz. […] Pero todavía nadie ha conseguido entonar una epopeya por la paz. ¿Qué pasa, pues, con la paz, que no consigue apasionar largamente y apenas se deja describir?… ¿Debo rendirme ahora?… Si me rindo, la humanidad perderá su narrador. Y si la humanidad pierde algún día su narrador, habrá perdido también su infancia.
Desconozco si la citada película le ha servido a la cabeza visible del WEF, el profesor Klaus Schwab -como le gusta denominarse a sí mismo- para arrebatarle el testigo a Homero y tejer la que pretenden sea la nueva narrativa, la Gran Narrativa -asociada a la Cuarta Revolución Industrial– que articulará el Gran Reseteo. Estas fueron las palabras pronunciadas al comienzo de su intervención en el marco de la World Government Summit -la cumbre de líderes celebrada la ciudad de Dubai en 2016 hace seis años- en donde bajo el título de “Los albores de la cuarta revolución industrial” expuso la imparable sucesión de cambios que dan por hecho que ocurrirán: “Los gobiernos tienen un papel clave que desempeñar en su generación joven, que sin duda impulsará el futuro. Pero los gobiernos tienen que dar forma al futuro”. Y estas otras las palabras finales: “Todos estamos aquí para trabajar juntos, para crear una humanidad más sofisticada e iluminada”.
Durante estos seis años, el impulso que se le ha dado a las ideas proclamadas por Schwab ha contado con un nutrido grupo de alfiles, de todos los ámbitos, destacando sobre todos ellos el historiador israelí Yuval Harari, cuya obra Sapiens. De animales a hombresha sido objeto de una amplia repercusión. Harari, principal abanderado de la causa, instala una desasosegadora idea cuando escribe lo siguiente: «Es fácil aceptar que el Código de Hammurabi era un mito, pero no queremos oír que los derechos humanos sean asimismo un mito. Si la gente se diera cuenta de que los derechos humanos solo existen en la imaginación, ¿no habría el peligro de que nuestra sociedad se desplomara? Voltaire dijo acerca de Dios que «Dios no existe, pero no se lo digáis a mi criado, no sea que me asesine durante la noche». Hammurabi habría dicho lo mismo acerca de su principio de jerarquía, y Thomas Jefferson acerca de los derechos humanos. Homo sapiens no tiene derechos naturales, de la misma manera que las arañas, las hienas y los chimpancés no tienen derechos naturales. Pero no se lo digamos a nuestros criados, no sea que nos maten por la noche».1
¿Qué pretende con ella?… En primer lugar, conformar un horizonte en el que se despoje de todo el sentido a la noción de ´humanidad´ que desciende al mismo rasero que cualquier otra especie, carente de privilegios, cosificada y debilitada hasta el punto de ser susceptible de una intervención o mejora. Convertido en un personaje mediático, sus opiniones controvertidas adrede son objeto de sumo interés. Podemos escucharle decir “el ser humano es hackeable”. O también que “Mi mejor suposición, y es solo una suposición, es que la comida no será un problema, con ese tipo de tecnología será capaz de producir comida para alimentar a todo el mundo, el problema pasa más por el aburrimiento, y qué hacer con esa gente, cómo definirle un sentido a sus vidas, cuando básicamente son intranscendentes, sin valor alguno. Por ahora, mi idea es una combinación de drogas con videojuegos”. Quien condena a sus semejantes a un panorama tal, quien se eleva sobre ellos en rango y los declara “descartables”, objetivamente, merece ser reprobado. Sin embargo, obtiene reconocimiento y se le da tribuna. ¿De quién es la culpa?…
Articular una narrativa convincente, vehicular correctamente su transmisión exige un complejo entramado de colaboradores, un ejército, una organización bien sincronizada que se muestre en los medios, en el entretenimiento y -de manera muy activa- en las redes sociales. La llamada “cultura de la cancelación” es una muestra del músculo exhibido, de su poder. A nadie se le ocurre hoy en día sostener un discurso racista, ni hacer de menos a los que carecen de un físico contrario a la estética imperante. La incomodidad que genera es automática. Apartaríamos de nuestra mente cualquier menosprecio que hiciera sufrir a otros para evitar vernos tachados de mezquinos. Sin embargo, es muy llamativa la utilización de este mecanismo para vituperar y desactivar a cualquiera que ose disentir del discurso buenista promovido por la élite. El artículo de Helen Pluckrose y James Lindsay La lucha contra la “cultura de cancelación” empieza por comprender sus profundas raíces hace apología de las estrategias usadas para forzar un cambio de discurso. “Recuerda, no se trata de la verdad. Se trata del poder” -dicen sus autores.
Otro punto de vista con el que sí concuerdo es el artículo publicado por ipitaca en su web incorreccionpoliticacritica.com titulado ¿La muerte o el asesinato del autor? El TERroríFico caso de J.K. Rowling donde se aborda que el ataque hacia la autora de la saga Harry Potter no ha sido, ni será, el primero por el hecho de manifestar su opinión. Paradójicamente, lo burdo de la censura, del exhaustivo control ejercido contra la libertad individual y la razón, terminará por hacer emerger una corriente de pensamiento crítico que haga frente al absurdo:
(El dragón despertará):
No es sencillo, los ataques virulentos que recibe esta vieja y cansada razón han llegado a cotas insospechadas, no es sencillo desandar lo andado, o quizá ni siquiera conveniente. Pero sigan, sigan dementores de lo políticamente correcto, no se cansen succionadores de vida, busquen almas de gentes aguerridas que aún corren prestos a dar su último aliento en nombre de la razón. Tengan el valor de ir a encontrarlos, tengan el coraje de arrebatarles lo poco que les queda. Señores dementores, estoy convencida de que sus días están contados, cada vez son más aberrantes sus comportamientos, cada vez más visibles y menos efectivos y cada vez son más las mentes despiertas. La razón se volverá a poner en marcha, de eso pueden estar seguros y entonces recordarán aquella sentencia y maldecirán sus ropajes mortuorios:
«Draco dormiens nunquam titillandus»2
La introducción de ideas abiertamente contrarias a la biología y a la ética está a la orden del día y consigue la adhesión tácita de los pusilánimes que, como avestruces, rehúyen no ya la confrontación, sino el hecho mismo de verbalizar cualquier argumento. Esto conlleva una mayor osadía en las pretensiones de la nueva inquisición woke. Cuestiones como la normalización e incluso elevación de lo “trans” con la consiguiente demonización de los que no comulgan con la idea. Ya se están viendo, y sufriendo, las consecuencias en el ámbito del deporte femenino. También es observable la deificación de la tecnología: generar un producto humano mejorado, cuyas capacidades superiores estarán al alcance de los ricos, sobre todo, que constituirán una nueva especie. Volviendo a Harari -uno de los principales asesores del Foro Económico Mundial de Klaus Schwab, el encargado de otorgarle a la narrativa la necesaria apariencia de realidad, de que se está conformando un mundo de ideas “sensatas” que, inevitablemente, promoverán una sociedad dinámica-: “Ahora tenemos poderes divinos de creación y destrucción, y son los humanos -no los dioses- los que tienen que decidir qué hacer con ello”.
¿Qué sucede cuando los que deberían hablar de Dios no hablan de Dios?… Que entonces el Diablo habla del Diablo.
Prefiero, sin duda alguna, quedarme con las esperanzadoras palabras de Miklos Lukakcs “siempre pensando en el largo plazo” (a partir del minuto 52 del vídeo): Preocupémonos de formar a esas personas que van a ser las encargadas de reconstruir la destrucción que esta gente está generando por ambición, por falta de escrúpulos, por absoluto egoísmo, por vanidad…Recomiendo que lo escuchen con la atención que merece.
1 Yuval Noah Harari: Sapiens. De animales a dioses. Penguin Random House, 2013, págs. 129-130.
2 https://incorreccionpoliticacritica.com/2022/01/07/la-muerte-o-el-asesinato-del-autor-el-terrorifico-caso-de-j-k-rowling/
Bello texto, el tuyo. Pretenden rebajarnos a bestias para no sentirse mal tratándonos como bestias. Unos pobres diablos es lo que son.
Gracias, José Miguel.
Una gran alegría que esta situación haya servido para conectar con personas maravillosas a través de un medio que nos da el espacio.
Parece mentira pero todo esto sucede a la vez y muy deprisa…
Cautivan al Mundo desde Davos, convencen a presidentes y engañan a Pueblos.
Cuando llegue la Hora de la Verdad, que llegará… a ver dónde cojones se piensan esconder; tengo curiosidad…
Así debe ser, Dr.Fin.
Todo el daño causado no puede quedar sin castigo.
Gracias por estar en este barco, sumando.
Un saludo.
El hombre nuevo creado por las élites: dócil,
sin recuerdos, sin pasado, sin historia ni patria y analfabeto funcional. Necesitan crear de la nada a un nuevo individuo, alguien que no sea capaz de añorar un mundo pasado y mejor. Los Jemeres Rojos en Camboya, los bolcheviques con su revolución de Octubre… no podía quedar nadie, tabla rasa y un Nuevo Orden.
¡Van a por nosotros! ¡Somos los contrarrevolucionarios! ¡El obstáculo! Pero primero hay que acabar con la libertad de expresión.
Gracias por iluminarnos en esta Edad Oscura.
Estrategia, planificación cuidadosa.
¿Qué hacer contra eso?… Desmontar una a una sus trampas. Perseverar.
Muchas gracias.
Un afectuoso saludo, John.