ELEGETIBISMO (UNA NUEVA PROFESIÓN)

Que los globalistas son darwinistas no es ningún secreto. Ellos creen en la evolución de las especias, más incluso que Darwin, pues éste no concebía la naturaleza sin intervención divina, como Newton no concebía el universo sin un creador (A quién crea que me lo invento, le sugiero que lea lo que uno y otro escribieron). Se puede decir pues que los globalistas son más papistas que el papa.

El darwinismo sostiene que la razón de ser de los animales es pasar su ADN a la siguiente generación. ¿Y la razón de ser de los humanos es frotarse con un “satisfiyer”? ¿Es meterse “dil-dos” por el “ojete”? Entiéndaseme: No es mi intención censurar a los que practican tales deportes. Allá cada cual con lo que haga en su tiempo libre pero ¿En serio hacen falta veinte mil millones para enseñar a los niños a utilizar esos artilugios?

Veinte mil millones dan para mucho. Dan para profesionalizar el elegetibismo. Hace unos días, me enteré, por los medios, de que estaban celebrando su orgullosa fiesta en Sevilla, y que unos días antes la estaban celebrando en Las Palmas, y que dentro de unos días, la celebrarán en Madrid. ¿En cuántas ciudades más se celebra? No lo sé, pero seguro que en muchas. ¿Cuantos de los que asistieron a la fiesta de Las Palmas fueron también a Sevilla? ¿Cuántos de los que fueron a Sevilla irán a Madrid? Pues seguro que “muches” también. ¿Cuántos de esos repetidores están subvencionados por gobiernos locales, autonómicos y estatales? Saltar de fiesta en fiesta, a gastos pagados, sin duda es el sueño, hecho realidad, de muchos elegetebés; y no es que quiera censurar a esos orgullosos exhibicionistas pero ¿No pueden crear, en el espectador, la falsa percepción de que son muchos más de los que realmente son? Veinte mil millones dan para un montón de fiestas. ¿Y a quién no le gustan las fiestas? Hasta yo estoy pensando en comprarme un tanga y apuntarme al bombardeo.

Pero el caso es que, si los globalistas son darwinistas, y los darwinistas creen en la evolución de las especies, al fomentar todos esos tipos de “sexualidad improductiva” (Permítaseme la expresión) ¿No están frenando la evolución de la especie humana? ¿O es que los globalistas pretenden, precisamente, engañar a toda esa gente a la que están enseñando a entretenerse con “dil-dos y satisfayers”, para que no formen parte de la evolución? ¿Será que, en el fondo, no se sienten orgullosos de ellos?

La presidenta histórica del feminismo español (Lidia Falcón), hace ya tiempo que se dio cuenta de que el interés de los globalistas no es apoyar a las mujeres sino muy al contrario, hacerlas desaparecer, junto a los hombres, diluyendo uno y otro sexo en un género indeterminado e improductivo. ¿Para qué? Para que no podamos traspasar nuestros genes a la siguiente generación, para excluirnos de la evolución. Para los elegetebés será difícil darse cuenta de que están siendo utilizados mientras estén de fiesta pero, aunque veinte mil millones dan para mucho, un día se acabarán. Habrá que ver a toda esa gente, cuando se compliquen más las cosas, saltar por encima de las trincheras con sus tiros largos y sus zapatos de tacón.

De momento, danzan despreocupadamente, sabiendo que cuentan con el patrocinio de las distintas administraciones públicas, de Soros, y hasta del mismo papa. De ese papa satanista que se ha puesto de parte de aquellos que creen que sobra gente en el mundo, enfrentándose al mismo Dios al que dice servir. ¿O no fue el Dios de la Biblia el que dijo “Creced y multiplicaos”?

José Miguel Ruiz Valls