El ejército ruso crea un “batallón africano” para reemplazar a Wagner
El viceministro ruso de Defensa, Lunus-Bek Yevkurov, se podrá al frente del Batallón Africano del ejército ruso, la unidad que sustituirá a Wagner en África. Estará presente en cinco países: Libia, Malí, República Centroafricana, Burkina Faso y Níger. La columna vertebral de la nueva unidad son los antiguos miembros de Wagner en África, según informan nuestros compañeros de mpr21.
Desde septiembre el viceministro ruso ha viajado regularmente por los países afectados para asegurar a sus dirigentes el apoyo militar de Rusia y examinar las perspectivas futuras de cooperación. Con el objetivo de reforzar su presencia en el África subsahariana, Rusia pretende establecer una logística adecuada, aérea y naval, en el este de Libia.
Para atraer a Jalifa Haftar, Yevkurov se ofreció a reforzar la defensa antiaérea de su ejército, cuya debilidad le obligó a retirarse de los alrededores de Trípoli en 2020, cuando el gobierno de Al Sarraj llamó a los turcos y sus drones.
Rusia sigue intentando convencer a Haftar de la necesidad de renovar la logística de las antiguas bases aéreas de Gadafi y poner a disposición del ejército ruso una base naval en Tobruk o Bengasi. Si este proyecto se lleva a cabo, los rusos tendrían un enlace en el Mediterráneo occidental y ofrecerían a Haftar una base militar sólida, necesaria para negociar mejor con sus competidores en Libia occidental.
La presencia rusa en Libia les permitiría acudir más rápidamente en socorro de sus aliados africanos en la región. En cuanto a los demás países africanos, los rusos ofrecieron cuotas gratuitas de 25.000 toneladas de cereales a Burkina Faso, Níger y Mali, como parte de la promesa de Putin durante la última cumbre ruso-africana en San Petersburgo.
Estados Unidos se desespera por la política africana de Rusia y no parece capaz de sustituir a Francia. El embajador estadounidense Norland también ha visitado a Haftar para convencerle de que no ceda una base naval a los rusos. El dirigente libio es un peón de Emiratos Árabes Unidos y, en consecuencia, de Estados Unidos e Israel.
Pero los países africanos no sólo necesitan armas, sino estabilidad y avances económicos y sociales. El precio de los cereales se ha disparado en el mercado mundial y ahora están fuera de su alcance. Las donaciones rusas se recoben con estusiasmo.