• Escrito por Fernando López-Mirones, biólogo, divulgador científico, director y guionista de cine documental, escritor y profesor en la Universidad Complutense (Madrid)
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NO HAY DERECHO (porque lo están aboliendo)

Las decisiones sobre BIOLOGÍA HUMANA Y ANIMAL las deben asesorar o tomar biólogos bioéticos ajenos a toda ideología política. Jamás militantes de ultraizquierda animalista de letras o sin estudios. No puedes matar a ningún vertebrado salvo que sea tu hijo aún no nacido; ese vertebrado no está protegido. Cuando la BIOLOGÍA se convierte en ideología.

Proponerle a una mujer la posibilidad de escuchar el latido del corazón de su feto, distinto al suyo, es coaccionar su decisión, pero decirte que te vas a morir y matar a tu familia si no te vacunas algo voluntario no lo es.

Hoy se aprueban otras 4 leyes mientras estamos distraídos. Entre ellas la del aborto. Tras proteger a las ratas la semana pasada, el no nacido ni siquiera tiene derechos como vertebrado. El latido es coacción, influye en la decisión, lo de las “vacunas” no, dicen ellos.

Han conseguido colar en toda nuestra vida la expresión “CAMBIO CLIMÁTICO” igual que lo hicieron con “EL COVID” sin el más mínimo debate ni posibilidad de matiz. Sin embargo NO ES VERDAD. Se utiliza para instaurar una agenda 2030 que nadie ha elegido.

Todo esto constituye un plan general global, no lo ocultan, se llama Nuevo Orden Mundial (NOM) regido por la famosa Agenda 2030, la cual YA están enseñando en los colegios a nuestros hijos sin que nadie la haya votado, ni debatido, ni enmendado, ni sometido a referéndum por parte de los españoles. Es un paquete global que viene de Bruselas y más allá, impuesto por poderes no democráticos que financian toda la operación.

Los gobiernos están reduciendo la soberanía de las naciones de forma programada cediéndola a grandes instituciones supranacionales curiosamente subvencionadas por William Gates, los Soros y otras personas que no lo ocultan, no es conspiranoico, está en todas sus webs; y si usted se molesta en buscarlo lo verá.

¿Cuál es su modus operandi? pues que el ciudadano, abrumado por su vida diaria, se deje llevar mientras libra una lucha ficticia de política pequeña de izquierdas contra derechas, y no se percata de todos estos acuerdos y leyes que van a encerrarle en una “ciudad de 15 minutos” con salidas limitadas al año, con vehículo eléctrico obligatorio o andando, sin poder vivir donde quiera ni viajar ni comer lo que desee porque su “huella de carbono” será excesiva.

Y los gobiernos conocerán su “huella de carbono” porque su banco fiscalizará todos sus gastos, pues ya no habrá efectivo. Cuando usted intente escapar, su vehículo eléctrico no arrancará y enviará un aviso.

Los dispositivos de BIO detección ya están siendo instalados tanto en carreteras como en centros comerciales, estaciones de tren, aeropuertos y cualquier establecimiento. Todo esto, además, lo pagamos nosotros aunque no nos consultan. Nos ahorcan y además pagamos la cuerda.

Mientras al menos la mitad de la gente sigue distraída creyendo que “sale” de una terrible pandemia ¿es el caso de usted? todos los gobiernos occidentales incluido el español firman estos tratados 2030, promulgan nuevas leyes 2030 y mandan apóstoles a los colegios y universidades para aleccionar a sus hijos sobre las bondades 2030, todas ellas excusas basadas en falsa ciencia.

Para cuando muchos de ustedes, que ahora no hacen nada, alcen la ceja en 2029 y digan la frase “¡NO HAY DERECHO!”, dicha sentencia será verdad, porque, en efecto, ya no habrá derecho, lo habrán cambiado. Hoy cuatro leyes, la semana pasada dos. Leyes que lo llevan a usted a la cárcel si su perra se queda preñada o si pone veneno para ratas en su casa.

Si usted tras leer esto sigue “viviendo su vida” tan pancho, cuando quiera reaccionar será tarde. Da igual el partido al que vote, el globalitarismo está en todos ellos, son falsas opciones.

Tampoco podremos comer ni comprar lo que queramos. Número limitado de prendas al año, desaparición de facto de carnes y pescados frescos, sustituidos por proteínas de gusanos y grillos liofilizados. Esto ya está ocurriendo. Lo único que puede frenarlo es una opinión pública en contra, eso hago al escribir esto.

Como biólogo y divulgador científico desde hace 30 años me escandaliza que casi todos mis compañeros se hayan vendido al relato 2030 para hacer progresar sus carreras. Leo a TODOS seguir la corriente de la iglesia de la climatología y del animalismo emocional para ganarse las simpatías del público y de las administraciones. Luce mucho “defender la naturaleza” aunque en realidad estén haciendo lo contrario. Ellos deberían ser los que alzaran la voz como hago yo, pero callan porque les va mejor así. Igual que los sanitarios en la pandemia, les interesa quedarse en silencio y recibir ayudas, subvenciones, premios, publicaciones, becas y prebendas que solo llegan a los agentes 2030, y que se nos niegan a los que decimos la verdad pese a quien pese.

No olviden no creerme a mí tampoco, vayan a las webs del Banco Mundial, la OMS, la ONU, etc, allí lo pone todo en perfecto español. Luego no digan “no hay derecho” cuando ya sea tarde. Un aullido