Lo que muchos comentaban antes de las elecciones ha sido un hecho tres días después de las elecciones vascas con menos participación de toda la historia, elecciones a las que la mitad de los electores decidieron dar la espalda. El resultado era un hecho, igual que era un secreto a voces que Urkullu iba a imponer el uso obligatorio de mascarilla aunque sea posible mantener la distancia social en los espacios públicos. Como el Gobierno Vasco ya tiene lo que quiere, así ha sido. La consejera Nekane Murga lo anunció ayer, miércoles, en la rueda de prensa que comenzó a la una del mediodía. La nueva medida ha entrado en vigor en la medianoche de hoy y de esta manera, Euskadi se suma así a la lista de otras comunidades que ya habían adoptado esta medida en los días anteriores.

El decreto que regula la nueva normalidad no hacía obligatorio el uso de la mascarilla siempre que fuera posible mantener una distancia de 1,5 metros en los espacios públicos. Sin embargo, ahora es obligatoria en cualquier lugar. Hasta en los bares, “salvo en el momento de la ingesta”, según afirmó Nekane Murga. En otras palabras, que los valientes comerciantes que decidieron abrir las puertas de los bares que regentan ya pueden volver a bajar la persiana.

El Gobierno Vasco también pretende que la gente tome el sol en la playa con la mascarilla puesta (gracioso tiene que ser en las playas nudistas) a 35 grados al sol. No descartamos que este ‘sin-sentido’ acabe con la vida de alguna persona por algún golpe de calor. Pero claro, no va con ellos. Y también que el ejecutivo de Urkullu pretenda que una persona que se encuentra en el monte en Aiara o en Gaztelu, por ejemplo, donde es más fácil cruzarte con una piara de jabalíes que con una sola persona, se ponga la mascarilla para ir a pasear. ¡Menudo despropósito!

Por ‘sinsentidos’ como los mencionados (aunque hay muchos más, los cuales podéis dejarnos en la sección de comentarios), Nekane Murga se ha convertido en el principal foco de la ira de los vascos indignados con la chulería con la que funcionan los miembros de este Gobierno Vasco. Mucho más que el Lehendakari Urkullu, quien a pesar de recibir numerosas críticas, no se acercan ni de lejos al volumen de ‘tweets’ y publicaciones en otras redes en las que la Consejera de Sanidad no sale muy bien parada. El primer varapalo le llegó con la primera pregunta que le hicieron: un periodista le recriminó que ayer fuese la primera rueda de prensa en la que llevaba mascarilla, a lo que la consejera le ha respondido que fue “para dar ejemplo”. En otras palabras, que lleva 4 meses sin ponerse la mascarilla y ahora se la pone para anunciar esta medida impositiva. Todo ello sin despeinarse, claro. Pero, qué se puede esperar de una consejera que hace un par de meses no solo consideraba innecesario el uso de mascarillas, sino que encima se rió de Pedro Sánchez por llevarla: “Tendrá coronavirus”, llegó a decir Murga.

Recopilación de algunos ‘tweets’:

Teniendo en cuenta que pretenden que los ciudadanos usen mascarillas quirúrjicas desechables, a una familia de cuatro le puede suponer una media de unos 240 euros mensuales. ¿Quién va a pagar las mascarillas? ¿Y si no les llega? ¿Multonazo al canto? Y, lo más importante de todo: ¿Por qué no han anunciado esta medida (la cual ya sabían que iban a implantar) unos días antes? Por ejemplo, hace una semana, cuando todavía nos encontrábamos en campaña electoral. ¡Vaya rostro que tienen algunos!

Asimismo, cabe a destacar que entre las nuevas medidas que han entrado en vigor esta medianoche se encuentra la siguiente: “3.29. – Lonjas juveniles y similares. Se prohíbe toda actividad en lonjas juveniles y locales de características similares”. Resulta que el Lehendakari se ha pasado toda la campaña haciendo especial hincapié en pedir el voto a los jóvenes vascos. ¿Por qué no anunció Urkullu esta medida hace unos días o unas semanas? La respuesta, obvia. ¡Vaya rostro que tiene el de Alonsotegi!

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Redacción de euskalnews.com