El misterio de lo esencial – Yolanda Azkuenaga
- La opinión de Yolanda Azkuenaga, colaboradora habitual de #EuskalNews
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El misterio de lo esencial
He estado pensando sobre lo importante de esta vida que escogimos vivir y me he dado cuenta de que muchas veces pierdo el norte cuando me olvido de vivirla desde la creatividad y desde ese sentir que me conecta con el entusiasmo y la emoción de lo genuino, de lo sutil y de lo esencial.
Siento la necesidad de crear lazos armónicos. De coger una paleta de acuarelas y de pintar los espacios grises que se me antojen de fucsia, azul cobalto, rojo pasión o de amarillo limón. De cantar, de baila y de subirme a una colina y gritar. De ponerle el chubasquero a la niña que pretendieron desconectarla de su esencia y sacarla a pasear; a que se empape de vida, se conecte a los misterios de la creación y se impregne del verdadero arte de la Geometría Sagrada que reside en la naturaleza: la espiral en la telaraña, en la caracola, o el árbol de la vida en el tomate partido por la mitad. A que se abrace a los árboles, tome tierra y se recree como si no hubiera un mañana; y cuando caiga agotada, arroparle con una manta y contarle historias reales de los seres mágicos del mundo de los elementales para que tenga sueños lúcidos y viaje por el Nagual.
Deseo desplegar mis alas y volar. Volar muy alto mientras escucho música, escribo, e imagino un planeta libre donde vivimos en común-unidad y en resonancia con los ciclos naturales de la vida; con los pies enraizados a la tierra y la mirada en el manto de las estrellas. Donde nos enchufamos a la energía libre que nos provee la naturaleza, nos alimentamos del cultivo lumínico del sol y nos nutrimos de las plantas de la Madre Tierra. Donde nadie se lucra a costa del sacrificio personal o ajeno, y todos colaboramos para vivir en equilibrio entre lo que se aporta y lo que se obtiene; y cuando nos perdemos, caemos o nos equivocamos, arrimamos el hombro y nos acompañamos sin juicio y desde el afecto, sin más.
No tengo ni idea de cuantas dimensiones hay, a que linaje estelar pertenezco o si ascenderé o no a la tan mencionada quinta dimensión. Lo que sí sé, es que tengo la necesidad de crear belleza, desde aquí, desde ahora, y desde ese anhelo que me recuerda que lo único que nos liberará de este loco mundo es el amor incondicional.