SE QUIERE REGULAR LA CENSURA POR LEY – Dra. Natalia Prego Cancelo
Escrito por la Dra. Natalia Prego Cancelo
La Ley de Secretos Oficiales, que el gobierno de España quiere aprobar, limita el derecho a la información y el acceso a documentos.
Igual que pretende hacer la Ley de Servicios Digitales que los legisladores de la Unión Europea quieren implantar a partir del 2024.
Este derecho a la libertad de información ya está limitado en la práctica, principalmente desde el año 2020, desprestigiando, ocultando y denominando como “desinformación” a todo documento, estudio u opinión que cuestiona o se opone a los argumentarios diarios, que desde las televisiones, difunden los gobiernos para implantar normas sociales, que las personas nunca aceptarían sin manipulación emocional e información sesgada.
Sin embargo, según el psicólogo Chris Argyris (1986), las mismas organizaciones que demandan empresas que verifiquen la desinformación de forma eficiente y capaz, censurando cualquier tipo de discursos que amenacen la narrativa oficial por el hecho de cuestionarla, están jugando un papel en contra para lograr su cometido.
Las pretensiones de lobbies y poderes económicos supranacionales que piden que se eliminen informaciones, por ser desinformación, quieren someter la ética y la conciencia crítica de periodistas, de médicos y de científicos. De esa forma, defensores de la sociedad pasan a ser manipuladores de opinión pública, mediante su sometimiento laboral.
En contra de lo que argumentan los gobiernos, son quienes dicen perseguir la desinformación quienes potencian estrategias para manipular la opinión pública.
La información contrastada no es más que mercancía para quienes piden más censura, disfrazándola de desinformación.
Dejan a la sociedad indefensa para poder enfrentarse a un problema y encubren sus negocios, utilizando a los representantes del pueblo, es decir a los gobernantes, para darle una apariencia de ética.
Sirva de ejemplo los muy ilustrativos contratos opacos entre las farmacéuticas y los gobiernos, impermeables ante la propia justicia.
Contratos de big pharma con folios tachados con marcadores negros fueron mostrados por eurodiputados.
La negativa a presentar dichos contratos ante la petición del juzgado de lo contencioso administrativo en Mallorca, es otra muestra de esta actitud sospechosa de “querer ocultar”.
Éso sí es desinformación, tener la voluntad de mantener al pueblo desinformado.
Vacunas que paga la sociedad con sus impuestos y que ¿no tiene derecho a conocer sus contratos?
En este caso, el mensaje de que son “seguras y efectivas” es el verdadero negocio, de ahí la censura de cualquier otra información.
¿Cuándo y dónde se demostró por franjas de edad que fueran seguras o efectivas? No existe respuesta, éso sí es desinformación.
Por otra parte, los Fact checker son la viva imagen de la precariedad laboral, obreros de la palabra sometidos al poder de quien les paga.
Lo mismo podemos decir de médicos y científicos subvencionados y becados que colaboran con ellos. O dicen lo que quiere la narrativa oficial o se enfrentan a perder sus becas, regalías, ayudas y sus propios puestos de trabajo.
La triste realidad es que poco les importa la información, o la desinformación, puesto que en realidad se trata de censurar toda aquella información que pueda desestabilizar negocios astronómicos que se suceden a velocidades inimaginables, mucho mayores de lo que todos nosotros podemos imaginar.
Para comprender el concepto, bastaría con revisar el BOE ( Boletín Oficial del Estado de España) y confirmar que en julio de 2020 las autoridades estaban formalizando contratos de compra de miles de lotes de vacunas, que no estaban ni autorizadas, ni aprobadas, ni tan siquiera fabricadas.
Se trata de censurar cualquier información que pueda poner en duda la narrativa oficial.
Meses antes de que fueran autorizadas de emergencia ya eran “seguras y efectivas”, ésa era la información y es por éso que se formalizaban los contratos de compra.
A partir de aquí es fácil conocer qué significa para las autoridades la palabra desinformación, “Censurar toda información que pueda perjudicar los negocios de la big pharma”, incluso conociendo que es la industria con las mayores multas de la historia por manipulación de los consumidores.
Ésto es totalmente anti- democrático, puesto que no existe democracia cuando no se pueden cuestionar las políticas públicas y no hay transparencia. La democracia no puede ser una apariencia, o es real, o no es tal democracia.
Sin embargo, por mucho que censuren dichos comportamientos, se volverán a repetir cada vez que tengan que afrontar la misma situación, o sea la censura, las mismas rutinas, transformándose en una constante la búsqueda de la verdad “Reinforcing organizational defensive routines: An unintended human resources activity” Argyris, 1986 (Reforzar las rutinas defensivas de la organización: una actividad de recursos humanos no intencionada).
Según Argyris ”Overcoming Organizational Defenses: Facilitating Organizational Learning. Allyn & Bacon, Needham (Superando las Defensas Organizacionales: Facilitando el Aprendizaje Organizacional, 1990, 2001), citado por Yang, Secchi y Homberg (2018), la ocultación de conocimiento incentiva a los individuos, a quienes se les oculta la información, a buscarla a través de otras fuentes.
Es evidente que las fuentes oficialmente difundidas pueden ser el origen de información falsa, engañosa, parcialmente verdadera, descontextualizada o exagerada; en otras palabras, pueden generar contra-conocimiento si no se contrasta con otro tipo de informaciones.
La censura no permite el avance de la ciencia.
Lo que ellos llaman desinformación no es más que restringir el acceso a la producción de la información, la exclusión de ciertas fuentes y la denegación de la legitimación que merecen como profesionales, tanto médicos como biólogos o cualquier otro tipo de científicos que cuestionan y difunden sus propias conclusiones e investigaciones.
Cuando las informaciones no responden a sus intereses, se aplica una ocultación informativa según la cual los contenidos que no respondan a la narrativa oficial sean automáticamente marginados, aunque ello suponga ser insensibles ante los problemas humanos que plantean quienes son tachados de desinformadores, marginando de esta forma no sólo a quienes ellos califican de desinformadores, sino enterrando con ello el problema humano a los ojos de la sociedad.
Los fact checkers, encargados de detectar lo que ellos llaman desinformaciones, utilizan el argumento de la neutralidad para justificar su falta de compromiso ético ante estos problemas humanos que afectan a miles de personas, como los efectos adversos de las inyecciones covid, que minimizan y esconden constantemente.
Lo que ellos pretenden censurando ciertas informaciones a las que llaman desinformación no son más que nuevas forma de “no verdad”, mediante la creación de una realidad artificial.
Es la pretensión de construir una información que no refleja los hechos reales.
Es la instauración del oscurantismo dentro de la sociedad mediante la disminución de la calidad en el contraste de informaciones.
No existe regulación de los métodos utilizados para la verificación de información.
En demasiadas ocasiones hemos podido comprobar que los estudios científicos, con el paso del tiempo, están dando la razón a quienes habían sido tachados de creadores de bulos.
Sin embargo hemos podido comprobar que los fact checkers no han rectificado.
Por lo que sus informaciones no sólo quedan obsoletas, sino que otorgan veracidad a situaciones que ponen en peligro a las personas, vulnerando derechos humanos y fundamentales.
Los verificadores de hechos en su día afirmaban que el tabaco era saludable y lo hacían en base a estudios científicos con pruebas de animales, en las que no encontraban la relación entre la toxicidad del tabaco y los efectos perniciosos sobre la salud. Fue finalmente el médico epidemiólogo William Richard Shaboe Doll quien desmintió a los verificadores de hechos y demostró que fumar podía causar cáncer de pulmón, por las sustancias tóxicas existentes en el tabaco.
Los verificadores de hechos durante años habían estado ejerciendo tanta presión informativa, que nadie creía en el estudio de Richard Doll. Su estudio se publicó en 1950, pero no fue hasta 4 años mas tarde, en 1954, que se empezó a reconocer la verdad sobre la toxicidad del tabaco.
Entre tanto, el hecho de que fumar tabaco fuera perjudicial para la salud era considerado desinformación y muchas personas murieron por ello.
Lo mismo sucedió con el azúcar, cuyo consumo era saludable incluso por los diabéticos.
La industria del azúcar manipuló la ciencia de la nutrición, patrocinó un programa de investigación en las décadas de 1960 y 1970 y arrojó dudas sobre los peligros de la sacarosa, promoviendo a la grasa como culpable dietético. Quien dijera que el azúcar podía ser causa de enfermedades cardíacas era tachado de desinformador.
Sugar Research Foundation, conocida ahora como la Asociación Azucarera, había pagado a tres investigadores de Harvard para publicar en 1967 una revisión de los estudios sobre el azúcar, publicado en la revista New England Journal of Medicine, y minimizó el vínculo entre la glucosa y el corazón, para desviar la atención y desacreditar únicamente a las grasas saturadas.
La historia se repite y se permite, si no se conoce.
El público no reconoce. No diferencia entre la información y el interés de quien la difunde, siendo la manipulación emocional el instrumento para la aceptación de cualquier mandato.
Mi rechazo a la censura es absoluto.
Dra. Natalia Prego Cancelo
REFERENCIAS
https://onlinelibrary.wiley.com/doi/abs/10.1002/hrm.3930250405
“Teaching smart people how to learn”. Chris Argyris
Reinforcing organizational defensive routines: An unintended human resources activity” 1986 Argyris,
Overcoming Organizational Defenses: Facilitating Organizational Learning. Allyn & Bacon, Needham. (Superando las Defensas Organizacionales: Facilitando el Aprendizaje Organizacional, 1990, 2001
International Fact-Checking Network – https://www.poynter.org/ifcn/
Fact-checking 101 by Alexios Mantzarli – https://en.unesco.org/sites/default/files/module_5.pdf
Campañas de desinformación – Real Decreto 1150/2021, de 28 de diciembre, por el que se aprueba la Estrategia de Seguridad Nacional 2021.
Fake News, Misinformation, & Fact-Checking | Ohio University MPA
The Psychology of Fact-Checking Fact-checkers aim to get closer to the truth, but their biases can shroud the very truth they seek – https://www.scientificamerican.com/article/the-psychology-of-fact-checking1/
¿Quién vigila al vigilante? Control de fake news y bulos: riesgos legales del fact-checking –
https://jamanetwork.com/journals/jamainternalmedicine/article-abstract/2548255
Ética en el cuarto poder. La nueva realidad del periodismo. Mario Crespo Alcaraz
Tronados diciendo que la Prego es DC por decir que existe el bicho en 3, 2, 1…
Quien diga que esta señora es disidencia controlada, después de ver cómo escribe y lo que dice, es que le falta un tornillo.
Y qué chica más guapa.
Esta ley es una manera de legalizar la censura que ya se aplica extraoficialmente y pagada con nuestros impuestos, con respecto a la Dra. Prego igual que la Dra. Albarracin y el Dr. Benito, fueron las primeras personas que me ayudaron a disipar las dudas que tenia al principio, con respecto las sustancias experimentales conocidas como vacunas covid. Posiblemente tendria que agradecerles a “Estos Profesionales” mi resistencia inicial a la inoculación, asi que llamarles disidencia controlada me parece una “chorrada”, propia de una “secta de trolls”
Lonqiebtu llamas falsa teoría del Contaguo funciona así. Un tuberculoso si no lo tratas, o lo dejas que haga vida normal, a su alrededor al cabo de un año, habrá 15 tuberculosos más. Si tomas medidas, al cao de un años no habrá ningún tuberculoso. Te invitó a hacer la prueba, te pones a convivir con tuberculosos sin medidas, durante un año. Y luego vas y lo casacas.
Respecto de lo de la gripe pirateada, se desconoce que las gripes provoquen trobocitopenia trombóticas y otras que se han producido tras la gripilla esa. Debe ser de origen desconocido pero desde luego la gripe no hace eso.
Sobre la patogenicidad de los virus le he escuchado cientos de veces decir que no era ningún virus natural, era ganancia de función. Es decir manipulados por el hombre para ser mucho más infectivos que en lo serian en naturaleza.
También te invito a que te dejes morder por un animal que tenga la rabia y luego antes de que te mueras, nos cuentas que no existe el contagio. Te invito a que te acerques a donde haya una epidemia e cólera y te pases un par de meses por allí y luego nos cuentas como te ha ido con las cagaleras.
Por cierto cientos de veces le he oído decir a la Dra Prego que existe un equilibrio entre el terreno y el contagio, depende de como estés, así te irá.
Quienes defienden teorías qie llevan cientos de años en cuestión, sobre contagio y terreno, no son médicos.son biólogos pero no han tratado ni un paciente en su vida.
En fin el enemigo sabe bien infiltrarse y meter dentro de la resistencia argumentos que sirvan para dividir. La discusión no es nueva y sabían perfectamente los agentes del gobierno, que serviría a la división de la disidencia, cuya unión temen porque es una amenaza para ellos. Las discusiones maniquea no son ningún peligro para el gobierno. Un médico qie contradiga y los humille sí son un problema para el gobierno.así infiltrats a sus agentes dentro de los canales, para crear divisiones, por ejemplo con la teoría de la gripilla, con la.teoría del terreno y el contagio, con la teoría de que el virus existe o no existe. Con la teoría de que aislar o no un Virós es equivalente a que no esté secuenciado. Todo estrategias del enemigo para dividir. Y por supuesto lanzar injurias y calumnias contra las cabezas pensantes, ese es el trabajo de los agentes del gobierno. El resto del trabajo ya lo hacen los engañados gratis.
Respeto su opinion sobre los virus, yo no tengo conocinientos suficientes para negarla o afirmarla, lo que si se. es que estas personas ayudaron a mucha gente a dudar e investigar sobre estas sustancias, mientras las televisiones hacian la mayor campaña de marketing que he visto nunca, para que la gente se las inyectase si o si, asi que al margen de unas u otras teorias han ayudado a mucha gente y seguro que lo seguiran haciendo.
Déjales, solo repiten como un loro lo que escuchan a los cuatro biólogos y médicos de poca monta que han salido a la palestra con la plandemia, pero como dices, ninguno entra a la zona covid de un hospital, se pone al lado de un tuberculoso o tiene sexo sin protección con la sita. de compañía de la rotonda más cercana. Eso de que no existe el contagio es la gilipollez más grande que se ha puesto de moda estos últimos dos años y medio entre los Pacos de la conspiración. Son el mayor cáncer de la disidencia y, curiosamente, se dedican a llamar DC a todo el que no piensa como ellos (mi respuesta era para Antonio).
Eso es lo mismo que dicen Médicos por la Verdad. Lo mismo que ha dicho Natalia Prego hasta la saciedad.
Ha sido muy absurda la censura, hemos visto, cuántos canales de Youtube fueron cerrados porque un robot podía percibir la palabra covid o vacuna , había que intentar ahuyentar la detección de palabras, con originalidad por inyección ,
Muchas palabras de leyes de género tampoco podemos escribir,
Yo agradezco a la Dra Natalia por ser una gran comunicadora y una gran científica , que ha transmitido la realidad de la pandemia cuando el gobierno y los medios de comunicación públicos y privados nos desinformaba ,
La Verdad nos libera y por esa razón debe evitarse la censura a la verdad cientifica,
La ciencia es independiente cuando no le imponen castigos o premios políticos a los investigadores.
Escribe con el Alma… y ojalá lo haga con mayor frecuencia