Escrito por la Dra. Natalia Prego Cancelo
DESENMASCARANDO LA BUROCRACIA CIENTÍFICA
Los Colegios de Médicos no son quién para decidir cuál es la evidencia Científica (TSJPV)
El Caso del Colegio de Médicos del País Vasco y la Supresión de la Verdad.
En el ámbito científico y médico, la libertad de expresión y el debate abierto son fundamentales para el progreso y la búsqueda de la verdad. Sin embargo, en ocasiones, los intereses institucionales y políticos pueden actuar como barreras para la libre expresión de ideas y opiniones divergentes.
Un ejemplo de esto es la situación de los 2 médicos por la Verdad que fueron expedientados y sancionados por el Colegio de Médicos por expresar opiniones que no concuerdan con la narrativa oficial.
Como médico y ciudadana, rechazo los métodos utilizados por los Colegios de Médicos para silenciar a aquellos profesionales que nos atrevemos a expresar opiniones contrarias a lo que ellos consideran como “evidencia científica”.
Caso de los Médicos por la Verdad
En el País Vasco, dos médicos se encontraron en la posición de enfrentarse al Colegio de Médicos después de haber sido expedientados y sancionados por expresar opiniones que contradecían lo que el colegio consideraba como “evidencia científica”.
Estos compañeros médicos presentaron un recurso contra la decisión del colegio, argumentando que sus opiniones no solo estaban respaldadas por sus conocimientos, sino que estaban apoyadas por papers, estudios revisados por pares de alta calidad, aunque fueran contrarias a la propaganda oficial.
Sorprendente y afortunadamente, el Tribunal Superior de lo Contencioso Administrativo falló a favor de los dos “Médicos por la Verdad” y afirmó que el Colegio de Médicos no tiene la autoridad para decidir cuál es la verdadera evidencia científica.
Esta decisión resalta la importancia de la libertad de expresión en el campo científico y médico, y cuestiona la validez del monopolio de la verdad impuesto por las instituciones.
https://euskalnews.tv/video/grandisima-noticia-del-tsjpv-que-nos-cuenta-el-dr-juanjo-martinez/
El Dogma del Consenso y su Problema
Una de las cuestiones clave que subyacen en este caso es el dogma del consenso en la ciencia y la medicina.
A menudo se asume que si existe un consenso generalizado sobre un tema en la comunidad científica, entonces esa posición es la correcta y cualquier discrepancia se considera herética. Sin embargo, esto es un error de razonamiento.
La ciencia no funciona por votación o mayorías, sino por la fuerza de las evidencias y la solidez de los argumentos.
Cada trabajo científico, independientemente de la cantidad de publicaciones del autor, representa una contribución única al conocimiento.
La aplicación de criterios de relevancia y calidad puede hacer que un solo estudio sea más valioso que miles de trabajos deficientes.
El consenso no es sinónimo de verdad, y aferrarse a él puede ser perjudicial para el avance científico.
La Burocracia y la Supresión de la Innovación Científica
El sistema burocratizado que se apoya en el consenso y opera a través de colegios de médicos y otras instituciones puede tener un efecto perverso en la ciencia y la medicina. La presión para conformarse con el consenso establecido y la amenaza de sanciones a aquellos que desafían la narrativa oficial pueden desalentar la exploración de nuevas ideas y la búsqueda de enfoques innovadores.
En lugar de alentar el desarrollo cognitivo profundo y complejo, estas prácticas burocráticas conducen a una ciencia superficial y estandarizada.
Los médicos pueden sentirse coaccionados para seguir la corriente y evitar riesgos que afectan a su reputación o carrera.
Como resultado, se pierde la diversidad de pensamiento y se limitan las posibilidades de avances revolucionarios en la medicina.
Reflexiones
Animo a los Médicos (+34 680 58 30 89), y a las personas a unirse con el objetivo de generar un cambio positivo.
La situación de los médicos expedientados y sancionados por el Colegio de Médicos del País Vasco, en España, así como la de todos los Médicos por la Verdad que hemos sido objeto de expedientes sancionadores, por parte de los Colegios de médicos, por defender la libertad de tratamiento y método, es un recordatorio de la importancia de la libertad de expresión y el debate abierto en la ciencia y la medicina.
El consenso no es ni puede ser un dogma inmutable, sino una guía, siempre y cuando se base en evidencias sólidas y argumentos racionales.
Las políticas burocráticas y las agendas ocultas que se imponen en el campo científico pueden restringir la innovación y limitar las posibilidades de descubrimientos significativos.
Debemos promover una cultura científica que fomente la diversidad de ideas y proteja la independencia y la integridad de los investigadores.
Debemos respaldar la investigación rigurosa y el cuestionamiento constructivo de las ideas establecidas.
Debemos alentar el debate respetuoso y la revisión crítica de la evidencia.
En lugar de castigar a aquellos que se atreven a expresar opiniones disidentes.
Los colegios de médicos y otras instituciones científicas deben reconsiderar sus enfoques para evitar la supresión de la verdad y la innovación.
Necesitamos un sistema que valore la calidad de las investigaciones y promueva la colaboración y el intercambio de conocimientos entre los profesionales.
En última instancia, todos somos responsables de asegurar que la ciencia y la medicina avancen de manera ética y rigurosa.
Al apoyar la libertad académica y proteger a aquellos que nos atrevemos a cuestionar la norma, estaremos construyendo un futuro mejor para la medicina, la ciencia y para la humanidad en su conjunto.
