Identidadas – Frasco Martín
Escrito por Frasco Martín
Identidadas
Transmiten las ancestrales Tradiciones Espirituales -que a lo largo del espacio y el tiempo han aparecido en esta asombrosa humanidad- el conocimiento que revela la naturaleza y el propósito de nuestra existencia. Coinciden -naturalmente, pues todas proceden de su Unidad Trascendente- en que tal “objetivo” consiste en lo que podríamos denominar la “Realización del Ser”. Sí, hay infinidad de maneras de intentar describir lo inefable. Una de las posibilidades tiene que ver con el concepto de identidad, es decir, la cuestión de lo que verdadera y realmente se es. Así, el proceso de descubrimiento, desvelamiento o recuerdo de lo que esencialmente somos, implicaría el atravesar, desprenderse o trascender la multitud de capas de cebolla que conforman nuestro ego, tomando consciencia de lo ilusorio de su existencia. Esto requiere de asistencia y método, por supuesto, y del imprescindible impulso espiritual.
En el lógico proceso cosmológico de “alejamiento” del Principio, históricamente nos corresponde atravesar lo que clásicamente se denomina Edad de Hierro -tras la de Oro, Plata y Bronce-; etapa “residual” que manifiesta los elementos más “pesados” que se han ido decantando a partir de fases anteriores. Esta densidad tiene su expresión en todas las dimensiones del ser… inferiores a su realidad espiritual, claro (espíritu, alma y cuerpo estructuran la división ternaria tradicional de la constitución humana y su condición central en el universo). Dicho de otra manera: los signos del oscurecimiento son evidentes a múltiples niveles.
En el caso que nos ocupa, y con el que el título de esta breve reflexión juega, últimamente -en aceleración y contracción creciente- la obsesión identitaria está siendo alimentada por los poderes mundanos que en apariencia este planeta rigen, añadiendo más capas de cebolla al pobre ego, por si fuera poco. Identidadas extra. En vez de asumir lo que la naturaleza presta, ahora las criaturas cuentan con un arsenal de artificiosos añadidos que los caprichos de la psique (las pasiones inferiores del alma) suman a la “dificultad” natural. No sé cómo va la cuenta de “géneros” a estas alturas de la película, lo que sí tengo claro es que toda esta parafernalia es humo, engaño, decepción y frustración. El constatado aumento de trastornos mentales y consumo de psicofármacos es prueba -entre otras muchas- de ello. La tecnoecosexoplutocracia, los políticos-títere y la prensa y teleficción sistémicas de propaganda, programación y terrorización -con sus modelos e ídolos mediáticos- son la expresión más clara -u oscura, según se mire- de la caída intelectual y moral presente.
La Tradición proporciona al hombre -¿es necesario indicar que el término incluye a la mujer?- el marco regulador para facilitarle el “dominio” del ego y, finalmente, la liberadora toma de consciencia -o, al menos, la “salvación” de su alma-. Todas las promocionadas identidadas son intentos de eliminar -o posponer- lo inevitable (todo regresa a La Fuente de la que procede, “tarde” o “temprano”). La faustocracia seduce tanto al progre como al facha, al welcomerefugees como al cierrafronteras, al conspiranoico como al telecreyente, al indigenista como al globalista… Porque la confusión vive del conflicto y la división en un plano horizontal que pretende negar la vertical de la cual procede, proporcionando identidades fragmentarias, ocultando el sagrado vínculo que al Espíritu nos une. Y esa es la clave.
“Si las doctrinas de salvación tradicionales, esto es, dadas por una religión auténtica, no se parecen en modo alguno a la psicoterapia moderna, es debido al hecho de que la psique no se deja curar por medios psíquicos; la psyche es el ámbito de las acciones y reacciones indefinidas; por su propia naturaleza, es esencialmente inconstante y engañosa, engaña a los demás y se engaña a sí misma, de modo que sólo puede ser curada por algo que se encuentre “fuera” o “por encima” de ella” (Titus Burckhardt).
Centro MENADEL Psicología Clínica y Tradicional
Frasco Martín (Col. AO-06454)Tfno. (+34) 607725547
Gracias por compartir.
Dices que es un hecho que la psique no se deja curar por medos psíquicos pero también dices que te dedicas a la psicología clínica… No lo entiendo.
Saludos José. Quizás la aparente contradicción se resuelva si te comento que entiendo la psicología clínica como un alivio, apoyo o soporte para facilitar, si Dios quiere, lo que Titus Burckhardt menciona, no como fuente de curación en sí misma.
Gracias por tu atinado comentario.